Tecnología contra el insomnio

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AGENCIAS.- Aplicaciones móviles para saber cuánto y cómo dormimos; dispositivos tecnológicos de gran consumo, como pulseras que prometen poder registrar el sueño cada noche, “midiendo su duración y calidad”; sensores que siguen los movimientos en la cama mientras soñamos o micrófonos que graban los ronquidos; apps diseñadas para favorecer la relajación o que prometen despertarnos sin romper el ciclo natural del sueño; e incluso cojines con altavoces incorporados. Cada día son más las herramientas tecnológicas que, como intentando imitar en parte lo que se hace en una clínica del sueño, intentan responder a un problema creciente y cada vez más generalizado: el insomnio. Y de paso, claro, hacer negocio.

El boom tecnológico se ha precipitado justo después de que las autoridades mundiales advirtiesen que el insomnio se ha convertido en una epidemia por el estrés, una vida acelerada y las consecuencias de la crisis. Pero ¿puede realmente hacerse en casa, gracias a las nuevas tecnologías, lo que hasta ahora era competencia exclusiva de los médicos? ¿Sirven o son sólo placebo? ¿Son fiables los datos obtenidos gracias a apps y dispositivos conectados a la muñeca? ¿Son un buen pretexto para acudir después al especialista? ¿Pueden ayudar incluso en el diagnóstico de patologías asociadas a un mal descanso?

Los médicos advierten que para estudiar el descanso nocturno hay que ponerse en manos de los expertos
Ante el interés creciente, y también cierta controversia, con un negocio emergente, parece obligado acudir a la consulta de dos de los principales especialistas del país en el estudio del sueño: el mediático doctor Eduard Estivill y el doctor Antoni Bové, con una carrera médica dedicada a ayudar a las personas a dormir mejor, también desde la investigación.

“Conozco bien estas aplicaciones, no son tan útiles para los médicos porque están aún muy lejos de lo que necesitamos que sean. Los tipos de monitorización que utilizamos en las consultas médicas profesionales siguen justamente esta misma lógica. Si se hacen bien ayudarán a la gente, y de hecho ya están ayudando”, explica el doctor Estivill. “No me consta que ninguno de estos aparatos hagan un análisis del sueño; miran los períodos de actividad e inactividad de la persona, como hacen los actígrafos, por lo cual de una forma indirecta deducen si una persona está durmiendo o no. Puede ser una ayuda, pero de momento no tengo constancia que se haya encontrado ningún otro aparato de medida como el registro polisomnográfico, el correcto para hacer estudios del sueño”, advierte el doctor Antoni Bové desde su consulta en la Xarxa de Santa Tecla.

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