– Noreste y sureste mexicanos se quedaron sin luz
– No convencen los boletines oficiales de la CFE
– Millonarias pérdidas económicas por los “apagones”
COINCIDENCIA o no, lo cierto es que, con solo algunas horas de diferencia, se produjeron cortes de energía eléctrica en las regiones noreste y sureste del país.
La noche del domingo una tromba ocasionó daños severos en varias torres conductoras de electricidad de alta tensión a la altura del municipio de Reynosa, provocando caos en las ciudades ubicadas en la frontera norte de Tamaulipas.
El martes, inesperadamente se produjo una explosión en una planta de la Comisión Federal de Electricidad en el estado de Quintana Roo, generando suspensión del servicio por varias horas en esa entidad, así como en Campeche y Yucatán.
La incertidumbre que prevalece en la sociedad azteca, aunada a la pérdida de credibilidad al gobierno Federal y sus instituciones, ha provocado dudas entre los miles de usuarios que se vieron afectados en ambas contingencias.
En la esquina noreste mexicana, por ejemplo, la vox populi duda que un tornado o tromba haya derribado las torres de alta tensión, tomando en cuenta que en esa región del país se han registrado fenómenos meteorológicos de mucha mayor intensidad, lo mismo en vientos sostenidos que en precipitación pluvial.
Del mismo modo, a los habitantes en aquellas entidades del sureste mexicano no les convence la versión oficial de la paraestatal en el sentido de que se trató de una falla mecánica. Una corriente de opinión asegura que manos criminales provocaron una explosión en esa instalación de la CFE.
Desafortunadamente, la pérdida de confianza de los ciudadanos a sus gobernantes e instituciones genera suspicacia y temor entre la sociedad, como consecuencia del avance del crimen organizado y la ineptitud gubernamental para controlarlo.
En el norte tamaulipeco, además de la mala noche que pasaron los residentes fronterizos por la falta de energía eléctrica y agua potable, más el intenso calor, la situación aún no se corrige al cien por ciento.
Las termoeléctricas que funcionan en Valle Hermoso y Río Bravo no producen los megavatios necesarios para abastecer del fluido eléctrico en ambos municipios, más las necesidades que requieren Matamoros y Reynosa.
Cabe señalar que las torres de alta tensión derribadas son las que conducen la mayor cantidad de energía proveniente del estado de Nuevo León con destino final a las ciudades tamaulipecas dependientes de la División Golfo Norte de la Comisión Federal de Electricidad.
Es decir, desde el lunes por la mañana, cuando comenzó a normalizarse el servicio eléctrico, la CFE se vio en la necesidad de poner en marcha un plan alternativo a través de un circuito secundario, aunque no suficiente.
Justo cuando está por iniciarse la temporada de huracanes, la paraestatal exhibió inoperancia en el noreste mexicano y, concretamente, en las ciudades fronterizas norteñas.
Lo que empeora la situación es que, de acuerdo al dicho de un empleado de la CFE, las plantas generadoras de electricidad en Valle Hermoso y Río Bravo funcionan con gas natural, por lo que del suministro oportuno y suficiente de ese combustible depende la continuidad del servicio.
Dada la gravedad de los daños a las torres y las pérdidas económicas derivadas, la División Golfo Norte de la Comisión Federal de Electricidad contemplaba la visita del máximo responsable de esa empresa dependiente del gobierno Federal.
Y hasta la próxima.
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