Poco más de 20 años atrás cursé la licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma de Tamaulipas y conocí sus entrañas, los miedos de los estudiantes, los aciertos de muchos académicos y los excesos, muchos excesos, de sus directivos.
Cada Facultad, como se les llamaba en aquel tiempo, era manejada a placer por los directores que invariablemente estaban apadrinados por alguno de los funcionarios de la rectoría.
La corrupción y la impunidad se podían oler en todos sus rincones y se permitía que cada director o directora de facultad, con todo lo que incluyera, fuera regenteado (le aseguro que la palabra utilizada no es una ofensa sino la forma más decente de llamarle a esa acción) por los titulares de las áreas de Rectoría
Hubo excesos, desde el abuso contra estudiantes que a cambio de becas o bajo la amenaza de ser expulsados eran prácticamente explotados, la gran mayoría en movilizaciones o temas de política interna pero también hubo quienes tuvieron la mala suerte de ser utilizados sexualmente.
El miedo de las muchachas y muchachos era explicable, en la borrachera y los excesos de los malandrines “líderes universitarios” no se ocupaban de otra cosa que no fueran sus fortunas personales, sus éxitos políticos y el asunto de la academia se quedaba siempre para después al grado que en otros Estados solo se conocía de la UAT cuando los empresarios al solicitar quien pudiera cubrir sus vacantes colocaban en sus anuncios de periódicos que los egresados de la Universidad de Tamaulipas se abstuvieran de presentarse.
El tema viene a colación porque el Rector Enrique Etienne Pérez del Río entregó su último informe de labores al frente de la UAT, su administración se distinguirá al paso del tiempo por haber ordenado la Universidad, por hacerla aparecer en el ranking nacional, porque incluso hubo Universidades de Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y también de México como la UNAM, que firmaron convenios con la Universidad Autónoma de Tamaulipas para hacer programas académicos y de investigación conjuntos, de doble titulación incluso, lo que significa que la calidad ha mejorado sustancialmente y se reconoce.
Este año también se vieron frutos en competencias internacionales, segundo lugar mundial en robótica y la ANUIES la reconoció como la mejor institución a nivel nacional en cuanto programas de educación a distancia.
Viene un nuevo rectorado con el ingeniero José Suárez Fernández al frente, universitario que conoce la Universidad como pocos, con fama de académico, con un objetivo claro de mejorar la calidad y pertinencia de los programas de estudio, de consolidar proyectos de investigación y sociales para que la UAT le sea útil a Tamaulipas y sus egresados capaces de consolidarse por sí mismos o en los mercados laborales locales y nacionales.
Las condiciones están dadas para que la Universidad avance, por primera vez un rector recibe la institución en orden, ya extintos los grandes capos universitarios y casi sin miniliderazgos dañinos, además la Asamblea Universitaria habla de finanzas sanas, de proyectos a corto, mediano y largo plazo que se han establecido para hacer mejor nuestra alma mater.
Todavía más, Suárez Fernández recibe una universidad que tendrá el mejor dialogo con el gobierno y el sector empresarial y social de Tamaulipas, que tiene garantizada la sinergia con la comunidad tamaulipeca, en paz, en unidad.
Miré, al último informe del rector Etienne que fue marco para la toma de protesta del Rector José Suárez Fernández acudió el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, líderes empresariales de todos los sectores, Diputados, políticos de todos los niveles y de todos los colores, funcionarios de los tres niveles de gobierno y es de eso es de lo que hablamos, de un proceso de cambio terso, con esperanza de que se puede consolidar para hacer más competitiva a la UAT.
A la llegada del Gobernador al recinto lo recibieron Hugo Guerra que es el Secretario de Administración y Guillermo Mendoza quien es el Tesorero, de ahí se encaminaron hasta donde se encontraban el Rector saliente Enrique Etienne y el rector electo José Suárez, los saludos con todos ellos fueron excesivamente cordiales, incluso de risas y felicitaciones de un lado y otro.
Con los hechos al final la Universidad lanza un mensaje de esperanza a los tamaulipecos, primero porque se ha conseguido el orden en todos los aspectos, porque se eliminaron casi todos los liderazgos nefastos y después porque el Rector que llega tendrá una cercanía real con la comunidad universitaria que le reconoce trabajo y liderazgo, con eso y la consolidación de un trabajo conjunto con autoridades de todos los niveles el futuro de la UAT pinta prometedor, ya veremos, al paso de los años, que historias podremos contar.
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