México, 22 Oct (Notimex).- El taekwondo forma parte esencial de la vida de Uriel Adriano, quien tuvo que dejar de lado muchos momentos importantes para centrarse en una pasión que comprende de una forma particular a través de la disciplina.
El campeón mundial en 2013 ha hecho una vida de muchos sacrificios para poder ejercer un deporte que le ha dado varias alegrías, y en el cual aunque viene saliendo de una lesión sigue en su búsca de lograr sus primeros juegos olímpicos.
“Dejas muchas de cosas de lado para estar en donde se quiere, entrenas seis horas diarias vives en una villa, y todo el tiempo te centras en esto que es lo que realmente me apasiona”, señaló el atleta.
Adriano ha tenido que dejar de lado sus estudios, los cuales ahora con el apoyo de la Universidad del Valle de México espera culminar con una licenciatura en Derecho, aunque actualmente está en administración pero ya barejea su cambio de carrera por decisión propia.
Es así como, dice, “aunque me tarde 10 años”, es que trata de afrontar otros retos en su vida, que ha ido dejando de lado por centrarse y hacer de su vida el taekwondo, compartió este jueves en el auditorio del Campus San Rafael de la UVM.
Agradece ciertos estímulos que puede tener tanto educativos, como para subsistir personalmente aunque dejó en claro que ahora es difícil porque un atleta amateur siempre tiene menos impacto que un deporte masificado y explotado como el futbol.
De ahí que los patrocinios sea menores y rara vez sean pagados en efectivo, pues “casi siempre lo que hacen las marcas es darte producto, porque tu imagen no crea tanto impacto que la de un futbolista”.
De igual manera Janet Alegria, quien fue olímpica en Londres 2012 en esta misma disciplina explicó que es una parte dura, pero gracias a la pasión que le ponen para entrenar pueden mantener claros los objetivos.
“No estamos bien recomenzados económicamente, sin embargo, esto no lo hacemos por dinero, lo hacemos por lo que realmente nos gusta, y si no ganara nada lo seguiría haciendo porque esto es lo que de verdad me llena en la vida”, agregó.
Janet, quien lleva 11 años practicando este arte marcial, está cerca de graduarse en una carrera que le ha tomado más de seis años, pero es un sacrificio que ella misma valoró y hace que valga la pena.
“Me ha costado, estoy a punto de terminar y eso demuestra que si le pones empeño a algo lo puedes hacer, recomiendo así que todos aquellos que tengan sueños no los dejen, siempre peleen por cumplirlos”, expresó.
Los deportistas indicaron que la satisfacción más importante en su trayectoria está el poder portar un uniforme que dice “México” cuando están en el extranjero, porque es cuando se dan cuenta que están representando a todo un país.
“Es un sentimiento que no es nada descriptible, solo de acordarme cuando he estado fuera y la gente empieza a cantar el ‘cielito lindo’ se me enchina la piel, ese uniforme que te pones para salir a competir te crea un orgullo que nada más lo puede igualar”, apuntó Adriano.
Los atletas compartieron esta mesa redonda con alumnos del Campus Sa Rafael como parte de las actividades por el Día Lince en el cual se crean diversas actividades artísticas, culturales, así como mesas de análisis en todos los centros de esa casa de estudios en el país.