Al cumplirse dos años de la desaparición del padre Carlos Ornelas Puga, se ha decidido efectuar de nueva cuenta una marcha para orar por las víctimas de la violencia y sus familias.
Precisó que cada una de las 36 parroquias que conforman la Diócesis de la zona centro de Tamaulipas, habrán de efectuar sus propias marchas en el área que les corresponde y además efectuar la Hora Santa la que será de oración por quienes de alguna manera han sido víctimas de la violencia.
El obispo Antonio González, dijo: «Por más que se diga que ya estamos en paz y que ya todo pasó, triste y dolorosamente no es cierto, la violencia sigue».
Informó que cada parroquia hará su propia marcha y luego se unirán en un lugar para definir el celebrar una hora santa en la cual será expuesto el Santísimo.
Indicó que ha quedado instituido que cada día tres de noviembre habrá de llevarse a cabo una marcha para orar por la paz y la no violencia.