A través del libro “Esta soy yo”, la primera actriz hace una recopilación de anécdotas graciosas, dulces, felices y dolorosas
Agencias
México.-Una recopilación de anécdotas graciosas, dulces, felices y dolorosas, hace Silvia Pinal a través de “Esta soy yo”, libro en el que por primera vez expone los detalles de su vida personal y artística.
A través de 384 páginas, la diva mexicana comparte con el público sus recuerdos de afectos y amores que se entrelazan en un sinnúmero de eslabones que la han formado como mujer, empresaria y secretaria general.
Pero también como asambleísta, diputada, senadora, hija, madre, abuela, bisabuela, actriz, productora, cantante y sobre todo, “como un ser humano que ha tratado de vivir sin herir a nadie”.
La noche del miércoles, en la terraza de la librería Porrúa, en el Centro Histórico de la capital mexicana, Silvia Pinal presentó su libro, acompañada de su hija Alejandra Guzmán y de los periodistas Maxine Woodside, Patricia Chapoy, Juan José Origel y Mara Patricia Castañeda, quien escribió el prólogo que originalmente haría Jacobo Zabludovsky.
Emocionada y sonriente, la artista platicó a la prensa que cuando representantes de la editorial le propusieron su autobiografía, se sintió preocupada y temerosa porque al hacerlo podría decir cosas que quizá desilusionarían a la gente.
“Pero yo quería decir la verdad y pude decir la verdad, porque cuando uno se pone a hacer un libro, tienes la obligación de ser tal cual eres y yo me siento feliz y satisfecha con el resultado”, subrayó Silvia Pinal.
Las fotografías que ilustran el texto abarcan todas las épocas de su vida: desde sus abuelos, sus padres, su niñez, juventud, amores, sus matrimonios, etapa adulta, nacimiento de sus cuatro hijos (Sylvia, Viridiana, Alejandra y Luis Enrique), sus nietos, bisnietos y en la actualidad.
Describió que contrajo matrimonio en cuatro ocasiones y con hombres totalmente distintos: Rafael Banquells, Gustavo Alatriste, Enrique Guzmán y Tulio Hernández.
Respecto a Rafael Banquells (1947-1952), dijo, “era un encanto de señor, me doblaba la edad y me casé pensando en que sería libre, que llegaría a mi casa a la hora que fuera y haría todo lo que se me diera la gana, pero no fue así porque trabajé, trabajé y trabajé.
“Fui feliz, tuve una hija muy hermosa (Sylvia Pasquel), pero luego vinieron las diferencias de dineros. Yo estaba muy chamaca y no me gustaba compartir mi sueldo con la mucama, el chofer o la gasolina. Yo quería comprarme un vestido, unos zapatitos o algo. Total que me divorcié”, comentó.
En la página 218, se refiere a Enrique Guzmán (1967-1976). Relata que cansada de los celos e infidelidades del artista, “un día él llegó con una pistola, me la aventó en la cara y como loco gritaba: ‘Tú no me quieres, lo que quieres es matarme, ¿verdad? Toma la pistola y hazlo!’ »
“Volvió a tomar el arma y me dijo: ‘Tómala así, apunta así y disparas!’ Y… la pistola se disparó. La bala me pasó rozando, rompió un adorno del buró y uno de los cuadros japoneses que conforman la cabecera de esa cama. Fue uno de los días más difíciles de mi vida”.
Al respecto, señaló que ella fue “lo dulce” en el matrimonio con Guzmán, y sin profundizar en otros detalles, destacó que con él tuvo a dos hijos maravillosos.
“Vivimos una época muy linda, desgraciadamente surgieron cosas muy difíciles de superar y se acabó. Lo bueno es que él está bien, está casado y tiene otros dos hijos”.