El autismo es un trastorno del neurodesarrollo, en el que se caracteriza por alterar la interacción social, comunicación (verbal y no verbal) y comportamiento restringido y repetitivo.
Existen 3 tipos de TEA, que afectan al niño de distintas maneras.
Los signos de un infante que lo padezca se note en los primeros años, además de ser altamente heredable, factores ambientales influyen y en casos raros son por defectos de nacimiento.
A pesar de no haber una cura, niños a los que se les ha intervenido a tiempo, han logrado mejorías o se han recuperado; de hecho muchos de estos niños al llegar a la adulta no viven solos, aunque hay excepciones.
Existen señales que ayudan a las familias a que puedan detectar esta enfermedad, aquí te las compartimos:
- No reaccionan cuando les dicen su nombre.
- No señalan objetos de su interés.
- No juegan situaciones imaginarias.
- Evita mirar a los ojos y juega solo.
- No puede expresar de manera sencilla sus sentimientos.
- Retrasos en el lenguaje y el habla.
- Se irrita con facilidad por cambios pequeños.
- Mueve su cuerpo como robot (sin estar jugando)
- Reacciona de manera extraña en situaciones cotidianas o ruidos.
- Conductas obsesivas.
- No da respuesta a lo que se le pregunta.
- Repite siempre una palabra
- agh.