El actor norteamericano y la actriz mexicana, se reunieron con el narcotraficante para afinar todo lo relacionado con una película autobiográfica del ‘Capo’.
México (El País).- Confirmado. El universo surrealista está en expansión en México. Tras su fuga de una cárcel de máxima seguridad por un túnel conectado a su ducha, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, el mayor y más buscado narcotraficante del planeta, se reunió en secreto en las montañas de Durango con el actor estadounidense Sean Penn para una entrevista que publica la revista Rolling Stone.
Detrás del encuentro, por el que la justicia estudia llamarle a declarar, anidaba el sueño de rodar una película sobre su vida. Megalómano y brutal, El Chapo se quitó la careta ante la estrella de Hollywood. “Suministro más heroína, cocaína y marihuana que nadie en el mundo”, llegó a decirle.
El encuentro entre el líder del cártel de Sinaloa, detenido el viernes tras un sangriento enfrentamiento con la marina mexicana, y la estrella estadounidense se celebró en octubre, en un lugar que la publicación sólo indica que era “montañoso y selvático”.
El formato elegido fue una cena a la que acudió también la actriz de telenovela Kate del Castillo, conocida por su galvánico papel en la La reina del sur. La velada, a la que Joaquín Guzmán Loera llegó vestido con camisa de seda estampada y pantalones negros ajustados, no fue el único contacto con Penn. Posteriormente, prosiguieron a través de llamadas con Blackphone (un teléfono que encripta las comunicaciones), correos desde cuentas anónimas y un vídeo entregado por mensajero a la actriz, la verdadera intermediaria del encuentro. Todo ello mientras las fuerzas de seguridad mexicanas desplegaban a miles de soldados y policías en busca del sanguinario narco.
La reunión, que devino en siete horas de conversaciones, se ajusta como un guante con los delirantes intentos de El Chapo por poner en marcha una película sobre su vida. Este sueño, que se acrecentó con la fuga, actuó de acicate para la reunión. Pero tuvo un reverso. Dio a las fuerzas de seguridad una pista clave para localizarle y lanzar una operación de captura en su refugio en las montañas de Durango. Fue en octubre mismo.
Y aunque El Chapo logró escapar, frustró para siempre el segundo encuentro con Penn. Una reunión en la que el actor tenía planeado realizar la entrevista formal, que quedó reducida a la grabación de un vídeo donde el narcotraficante responde ante la cámara a las preguntas enviadas por la estrella.
El resultado es que en el texto final de Penn, un relato en primera persona repleto de meandros discursivos, se percibe una clara diferencia entre la parte que corresponde a la cena y la del vídeo.
En la primera, Guzmán Loera, aunque elusivo y ramplón, se quita la careta. Si durante años, en un ejercicio de inmenso cinismo, negó dedicarse al narcotráfico, frente a la estrella de Hollywood admite sus negocios sucios y no duda en jactarse del inmenso poder de su cártel, considerado el mayor del planeta.
“No quiero ser retratado como una monja. Suministro más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. Tengo flotas de submarinos, aviones, barcos y camiones”, afirma. Y cuando se le pregunta por Donald Trump y las informaciones que aseguran que ofrece 100 millones de dólares por su cabeza, lacónicamete responde: “¡Ah, mi amigo!”.
Distinto es el tono que emplea El Chapo en el vídeo. Ahí emerge otro Guzmán Loera. Uno que, con voz nasal, pelo teñido y un rostro visiblemente retocado por el botox , evita cualquier espina y se muestra sospechosamente humilde.
Uno que cuenta que arrancó a trabajar a los seis años recogiendo naranjas en su pueblo natal, Badiraguato, en la Sierra Madre, y que para “sobrevivir”, a los 15 años decidió plantar marihuana y opio. En este punto reconoce que, sin llegar a ser adicto, consumió drogas, pero que hace dos décadas que no toca ninguna. “Las drogas destruyen. Desgraciadamente donde yo me crié, no había otra manera de sobrevivir”.
En este retrato seráfico que hace de sí mismo, El Chapo pasa de puntillas por su historia criminal y las matanzas sin fin que ha ordenado: “Mire, yo me defiendo a mí mismo, nada más. ¿Pero que yo ande buscando problemas? Jamás”.
-¿Cree usted que es verdad que es responsable de los altos índices de consumo de droga que hay en el mundo?
-No, eso es falso, porque el día en que yo no exista, no mermará el tráfico de droga.
-Usted vio cómo fue el final de Pablo Escobar. ¿Cómo ve sus días finales en relación con este negocio?
-Sé que algún día moriré. Espero que sea por causas naturales.
El vídeo, del que sean hecho públicos apenas dos minutos, está filmado en una granja, al aire libre. El canto de un gallo interrumpe sin cesar la conversación. Sentado, sin bigote ni glamour, El Chapo no se extiende en ninguna contestación. En ciertos momentos, incluso se le nota incómodo y con dificultades para expresarse. Responder por sus actos nunca ha sido su fuerte.
Kate del Castillo, la jefa de plan fílmico
La actriz Kate del Castillo es la encargada de producir y realizar la película autobiográfica que el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán pretendía filmar desde antes de su fuga, y para concretar su proyecto no dudó en reunirse con el capo cuando éste se ocultaba en el Triángulo Dorado, revela un expediente de la Procuraduría General de la República (PGR).
Los contactos que tuvo la actriz con Guzmán Loera a través de cartas y otras comunicaciones fueron una pieza clave en la investigación que permitió la ubicación y recaptura del líder del Cártel de Sinaloa, según lo reveló la titular de la PGR, Arely Gómez González.
La investigación que realiza la PGR indica que Kate fue contactada por los abogados de Guzmán Loera en 2014, cuando el narcotraficante se encontraba preso en el penal federal El Altiplano, con el propósito de que se convirtiera en la productora de una película y de un libro para narrar la vida del criminal.
Sin que se tenga la fecha precisa del primer contacto, a partir de ese momento la actriz mexicana y El Chapo comenzaron a intercambiar cartas, en las cuales Del Castillo le expresaba su admiración y su deseo de colaborar con él.
Las misivas eran enviadas a través de dos abogados del capo: Óscar Manuel Gómez Núñez -quien actualmente está detenido y sujeto a proceso penal por haber participado en la planeación de la fuga de julio de 2015-, y Andrés Granados Flores, quien fue interrogado por la PGR con respecto a este suceso, pero que fue liberado días después bajo las reservas de ley. Granados era uno los litigantes que tramitaba los amparos en contra de la extradición.
Proyecto fílmico.
La instrucción del capo era que Kate del Castillo fungiera como intermediaria con cineastas y actores reconocidos, para lo cual sostuvieron reuniones periódicas que están documentadas hasta con fotografías en las que Andrés Granados y la Reina del Sur se observan sonrientes. Kate del Castillo contactó incluso a un realizador argentino para que éste escribiera el guión de la película.
Los encuentros con los abogados continuaron incluso en los días previos a la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, cuando el túnel ya estaba en construcción, las cuales sirvieron para pactar los términos del contrato y realizar los ajustes necesarios al guión, así como para acordar los pagos para todos los actores que decidieron involucrarse en el proyecto.
Estas reuniones tuvieron que interrumpirse tras la fuga del capo, ocurrida el 11 de julio de 2015. Ese mismo día, la actriz mexicana publicó un saludo al prófugo en su cuenta de Twitter y retomó parte del mensaje que le había enviado en 2012: “Creo más en El Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades, aunque sean dolorosas…”.
Una vez que el capo se sintió a salvo en el Triángulo Dorado, la relación entre ambos personajes se profundizó, por lo que ambos acordaron reunirse en una zona serrana, bajo estrictas condiciones de vigilancia impuestas por la seguridad del criminal sinaloense.
En octubre de 2015, la inteligencia naval tuvo indicios de que Guzmán Loera se ocultaba en un inmueble ubicado en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, pista que se confirmó a raíz de un encuentro que Kate del Castillo sostuvo con el narcotraficante.
En esa ocasión, la actriz viajó a Guadalajara, Jalisco, proveniente de Los Ángeles, California. Ahí se encontró con el abogado Andrés Granados Flores. Juntos se trasladaron a Tepic, Nayarit, y posteriormente se dirigieron a la zona serrana del Triángulo Dorado para sostener su primer encuentro con Guzmán Loera. Su propósito era entrevistarlo para conocer su biografía.
Con la información que arrojó dicha reunión, se decidió que las fuerzas navales de élite realizaran un operativo para recapturar a Joaquín Guzmán Loera. Los elementos de la Marina lo avistaron desde un helicóptero cuando saltó hacia un acantilado, pero decidieron no accionar armas de fuego al observar que se encontraba en compañía de una mujer y dos niñas.