En su último discurso del Estado de la Unión, el mandatario pidió al Congreso que levante el em-bargo a Cuba.
Al convocar a los estadunidenses a superar divisiones y ver hacia delante en vez del pasado, el presidente Barack Obama advirtió que un futuro promisorio sólo será posible “si trabajamos juntos” y “podemos tener debates racionales, constructivos”.
En el último mensaje sobre el Estado de la Unión (equivalente al informe presidencial en México) de su gobierno, Obama se enfocó en la necesidad de superar la polarización política doméstica estadunidense, pero también en señalar que el mundo está en un proceso de cambio que tomará generaciones.
En el mundo actual estamos menos amenazados por imperios del mal que por estados fallidos”, dijo Obama, al señalar que la prioridad principal de Estados Unidos es la protección de los estadunidenses y atacar redes terroristas.
El mandatario aludió a una nueva realidad mundial, pero afirmó que toda la retórica sobre el declive estadunidense –alegado por aspirantes presidenciales republicanos– no es otra cosa que “aire caliente” y presentó de hecho argumentos contra el aislacionismo.
En su discurso, y tras asegurar que su país seguirá la campaña contra extremistas islámicos, Obama subrayó que “no podemos tratar de tomar y reconstruir todo país que caiga en crisis. Eso no es liderazgo, es una receta para el empantanamiento y derramar sangre y tesoro estadunidenses que nos debilita”.
En ese marco, destacó la importancia de enfrentar el cambio climático, un tema en el que “nuestra seguridad está ligada con la del resto del mundo”, mientras en otra parte, dijo que la reanudación de relaciones con Cuba puso fin a 50 años de una política fallida. “La Guerra Fría terminó, levantemos el embargo”, pidió.
No dejó de mencionar que aún en el último año de su gobierno, buscará llevar adelante propuestas que incluyen “reparar nuestro roto sistema de inmigración”.
En ese sentido, condenó a quienes promueven el temor del futuro u ofrecen frenar el cambio “con la promesa de restaurar la gloria pasada si sólo controlamos a tal grupo o tal idea que amenaza a EU”.
La tradicional respuesta republicana siguió líneas similares. “En tiempos de ansiedad, es tentador seguir el canto de sirenas de las voces más airadas”, dijo Nikki Haley, la gobernadora republicana de Carolina del Sur, al expresar lo que se considera como un rechazo del aparato republicano al financiero Donald Trump, actual líder en la carrera por la nominación presidencial de ese partido.
La popularidad de Trump se ha cimentado sobre señalamientos contra migrantes indocumentados mexicanos, musulmanes y en la idea de retornar a Estados Unidos a la grandeza. Haley es considerada para ser candidata republicana a la vicepresidencia.
Obama exhortó a los estadunidenses a no temer al cambio que enfrenta el mundo, que consideró como mayormente positivo, y advirtió que “nos guste o no, el ritmo de este cambio sólo se acelerará”.
Pareció asumir un tono de conciliación y de superación de las divergencias que han afectado su gobierno, especialmente después de que la oposición republicana logró la mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso.
El futuro que queremos –de oportunidad y seguridad para nuestras familias, un mejor nivel de vida y un planeta sostenible, pacífico para nuestros hijos– está a nuestro alcance”, dijo.
Pero precisó: “sólo ocurrirá si trabajamos juntos. Sólo ocurrirá si podemos tener un debate racional, constructivo”.
Recordó a sus compatriotas que EU “ha pasado antes por grandes cambios –las guerras y la depresión, la afluencia de inmigrantes, los trabajadores que luchan por un trato justo y movimientos para los derechos civiles”.
En cada momento, dijo, ha habido quienes piden temer al futuro y creen poder frenar de golpe el cambio. Pero también, cada vez “pensamos de nuevo, y actuamos de nuevo. Hicimos el trabajo de cambio”. Y por eso, “porque vimos oportunidades donde otros sólo veían peligro…”