El premier británico, David Cameron, abrió una nueva polémica al referirse despectivamente a quienes han llegado de manera masiva en los últimos meses al Viejo Continente. Adversarios políticos le reprocharon la actitud.
Agencias.
LONDRES. Por segunda vez en poco tiempo, el primer ministro británico, David Cameron, provocó polémica al referirse despectivamente a los inmigrantes durante un debate parlamentario.
Cameron habló de una “banda” al referirse a los miles de refugiados e inmigrantes hacinados en malas condiciones en el norte de Francia con la esperanza de dar el salto a Reino Unido, y a los que visitó recientemente el líder laborista Jeremy Corbyn.
El primer ministro usó el término “bunch”, que en inglés se usa como sustituto de “grupo” cuando se trata de personas indeseables, como ladrones, por ejemplo.
Corbyn, dijo Cameron, “se reunió con una banda de inmigrantes en Calais y les dijo que pueden venir a Reino Unido”.
El premier acusó además a Corbyn de querer reunirse con los argentinos para “devolverles Malvinas”, en alusión a la propuesta del laborista de negociar con Buenos Aires.
En julio, Cameron fue criticado al referirse a los refugiados como una “marabunta”.
Divisivo, impropio de un hombre de Estado”, le reprochó la diputada laborista Yvette Cooper, que le pidió que retirara las palabras.
Cooper le recordó a Cameron que es un día de recuerdo a las víctimas del Holocausto.
Una de las lecciones del Holocausto”, afirmó Jonathan Freedland, columnista de The Guardian, “es que es demasiado fácil deshumanizar a otra gente, convertirlos de seres humanos con vidas y esperanzas y necesidades, en un problema a repeler”.
Los refugiados de Calais y del norte de Francia “han escapado de horrores inenarrables”, le recordó en Twitter otro diputado laborista, Imran Hussein.
Suecia quiere expulsar a 80 mil
El gobierno de Suecia prepara la expulsión de hasta 80 mil migrantes que llegaron a su territorio en 2015 y cuya demanda de asilo ha sido o será rechazada, declaró ayer el ministro del Interior sueco, Anders Ygeman.
Se trata de 60 mil personas, pero esto puede subir hasta las 80 mil”, indicó el ministro al diario financiero Dagens Industri (DI) y a la televisión pública SVT, precisando que el gobierno había pedido a la policía y a la Oficina de Migraciones que organizaran estas devoluciones, en principio, a lo largo de varios años.
Las expulsiones se efectúan habitualmente en vuelos comerciales pero, visto el actual número de migrantes, Ygeman apuntó el eventual uso de aviones chárter, fletados especialmente para las devoluciones.