México fue uno de los destinos favoritos de la FINA hasta antes de que cedieran la organización del Mundial de 2017.
Agencias.
CIUDAD DE MÉXICO. México fue un cliente predilecto de la Federación Internacional de Natación (FINA) cuando Jesús Mena dirigió la Conade y Kiril Todorov ya estaba al frente de la Federación Mexicana de Natación (FMN). El gobierno federal pagó a lo largo de cinco años más de 250 millones de pesos. Ahora esa cercanía desapareció y la FMN está suspendida por la FINA, acusada de que el país no ha cumplido con obligaciones contractuales del fallido Mundial de Natación que se solicitó para Guadalajara en el 2017.
Mena fue parte del consejo directivo de la FINA (puesto que perdió cuando México declinó la sede del Mundial 2017) y Todorov pasó a ser vicepresidente del comité técnico de natación.
En 2014 surgieron diferencias y desde entonces pasan de un escándalo a otro: Se cedió la organización del Mundial de 2017 por falta de recursos; la FMN falsificó marcas para inscribir a nadadores al Mundial de Kazán 2015; por primera ocasión el país no será sede de la Serie Mundial de Clavados este año, y no se contarán con jueces nacionales en clavados en Juegos Olímpicos de Río. El último inconveniente fue la suspensión a la FMN por el conflicto que ya se dirime en el Tribunal Superior del Deporte (TAS).
El tema se complica porque la FMN es incapaz de cubrir ese pago. La semana pasada Kiril Todorov explicó que ni siquiera son capaces de pagar la preparación de sus deportistas.
“La FMN tiene una autogeneración de recursos anual que está por debajo del cinco por ciento de lo que requieren los deportistas para su preparación, necesitamos el apoyo de la Conade”, explicó Todorov.