El polémico precandidato republicano Donald Trump y el demócrata Bernie Sanders, rival de Hillary Clinton, ganaron las elecciones primarias.
Agencias.
CIUDAD DE MÉXICO. Las esperadas elecciones primarias de New Hampshire entregaron los augurados triunfos del empresario Donald Trump entre los aspirantes republicanos y del senador Bernie Sanders en el lado demócrata.
Menos de una hora después de cerradas la mayoría de las casillas, los medios de comunicación proclamaron vencedor a Trump con 34.7 por ciento del voto, más del doble que su competidor más cercano, el gobernador John Kasich, de Ohio, que obtuvo 15.5%.
Sanders confirmó las expectativas creadas por las encuestas, al obtener 58.1 por ciento del voto contra 39.9 de Hillary Rodham-Clinton.
La exprimera dama felicitó a su adversario y dijo a sus seguidores que ahora “llevaremos esta campaña a todo el país”. Pero el sueño de una temprana victoria pareció desvanecerse en medio de dudas sobre la certidumbre de su triunfo final.
La atención estaba en el campo republicano, donde Jeb Bush, el exgobernador de Florida que hace seis meses era el favorito, logró 11.7% del voto, con lo cual no sólo mantuvo viva su candidatura sino dio señales positivas para sus desalentados partidarios.
Ted Cruz, el senador de Texas que ganó los caucus de Iowa gracias al voto conservador y encabeza al grupo de derecha religiosa, logró 11.5% del voto, pero su permanencia no está en discusión.
Marco Rubio, senador por Florida que dio la sorpresa en Iowa, logró apenas 10.4%, suficiente para continuar en liza.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, habría superado 8% del voto y se espera que siga adelante.
Pero el principal resultado ansiado, una segunda poda de aspirantes en el lado republicano, quedó tan lejano como el lunes. Ese resultado favorece a Trump, de acuerdo con el exportavoz presidencial Ari Fleischer.
“Es tanto que haya tres o cuatro llamados candidatos de la corriente central que gane cada uno siete, ocho, 12, 13% del voto, no habrá un bloque suficiente para detener a Trump o detener a un Ted Cruz. En ese caso, los de la corriente tradicional se apuñalan así mismos”, dijo Fleischer en declaraciones a CNN.
Al menos medio millón de personas participaron en unos comicios tradicionalmente considerados como una de las “cribas” importantes en el proceso electoral estadunidense.
Pero si en Iowa el resultado fue la salida de al menos dos de los aspirantes más conservadores –Mike Huckabee y Rand Paul–, la idea de que podría ocurrir lo mismo en New Hampshire con el bloque de precandidatos del sistema fue abandonada desde el fin de semana.
Para el politólogo Larry Sabato, hay ahora un “tapón de tráfico” que permite cinco o diez por cientos en competencia.
“Al final deberá surgir un candidato del sector principal y entonces él luchará contra Trump –que representa al sector populista– y Cruz –el senador texano que representa a la derecha religiosa– y ese es el futuro de la carrera. La pregunta es ¿quién será?”, dijo Fleischer.
En realidad, según los expertos, la sorpresa hubiera sido que Trump no resultara vencedor luego de que todos los pronósticos le daban un amplio margen, y que Sanders tuviera una ventaja de menos de diez puntos sobre Hillary.
La lucha en el lado republicano se había planteado como una pelea por el segundo lugar, ante lo que se veía como una firme ventaja de Trump en las encuestas.
En ese marco el punto era quién de los otros aspirantes era el que llegaba en segundo sitio, con la esperanza de que la eliminación de varios aspirantes del grupo más tradicionalista del partido, daría claridad y un líder a los grupos más afines al establecimiento republicano.
Ya el fin de semana comenzaron las advertencias de que las primarias de New Hampshire no serían de gran ayuda.
Del lado demócrata, la gran sorpresa hubiera sido que Hillary Rodham-Clinton terminara a menos de diez puntos de Sanders, que representa al vecino estado de Vermont.
El FBI confirmó que investiga los mensajes de Hillary Clinton
El FBI confirmó formalmente que está investigando los emails del correo privado de Hillary Clinton, decisión que los republicanos esgrimen como prueba de que la exsecretaria de Estado demócrata no está calificada para gobernar Estados Unidos.
En una carta fechada el 2 de febrero y publicada el lunes, el consejero jurídico del FBI (policía federal), James Baker, indica al Departamento de Estados que las investigaciones de los emails de la aspirante presidencial demócrata Clinton “continuarán”.
La carta no detalla el alcance ni el contenido de estas indagaciones, pero deja entrever que el escándalo que mancilla la campaña electoral de Clinton todavía está lejos de ser olvidado.
Los republicanos no tardaron en reaccionar: “El anuncio del FBI confirma que la investigación del servidor secreto de emails de Hillary Clinton está lejos de ser una ‘evaluación de seguridad’ rutinaria, tal como ella ha alegado”, declaró el Partido Republicano en un comunicado.
“Es otro recordatorio más de que no se puede confiar la Presidencia a Hillary Clinton”, agregó el comunicado que acusó a la exjefa de la diplomacia estadunidense de haber “puesto en peligro (la) seguridad nacional” comprometiendo información sensible del gobierno en una cuenta privada de correo almacenada en un servidor igualmente privado, una práctica normalmente prohibida por el gobierno estadunidense.