México.- La Embajada de México en España buscó sacar a Humberto Moreira de la cárcel, tras ser detenido el 15 de enero acusado por la Fiscalía Anticorrupción de organización criminal y blanqueo de dinero.
Así lo revela El País, que destaca que encarcelado en la madrileña cárcel de Soto del Real, la “maquinaria diplomática” mexicana intentó conocer la situación del exgobernador de Coahuila, “hasta el más mínimo detalle, atender a su familia y sacarle de la cárcel”.
El diario español destaca que “la gestión de mayor nivel se llevó a cabo el pasado 21 de enero, un día antes de que se celebrara la vista en la que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó la puesta en libertad de Moreira.
La titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez González, habló por telefoneó a su homóloga Consuelo Madrigal, Fiscal General del Estado para interesarse por el caso y conocer la posición de los fiscales españoles, indica el rotativo.
Un portavoz de la Fiscalía General del Estado señaló al rotativo español que “le respondió que el caso está bajo secreto de sumario, que no podíamos darle ningún detalle y que la posición de la fiscalía es que ese señor debía permanecer en la cárcel porque los delitos eran muy graves”.
En España los fiscales anticorrupción José Grinda y Juan José Rosa pidieron la acusación
El País destaca que el mismo día de su detención en el Aeropuerto de Barajas, los funcionarios de la embajada de México en Madrid recibieron órdenes de que se volcaran con el caso: “unos en la búsqueda de prestigiosos abogados españoles que se hicieran cargo de su defensa, otros en la atención a Vanessa Guerrero, la esposa de Moreira, y de sus hijas, que durante varios días se alojaron en el hotel Vincci Soho,en la calle del Prado, a escasos 100 metros de la legación diplomática en plenocorazón de Madrid”.
La investigación lleva a que dicho hotel mantiene un convenio con la embajada y allí alojan a las autoridades mexicanas que visitan el país.
Asimismo, la misma tarde y noche de la detención, cuando Moreira fue conducido ante Enrique de la Mata, el juez de guardia de la Audiencia Nacional, para comunicarle su ingreso en prisión, “los teléfonos de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional comenzaron a sonar. Funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) adscritos a la embajada les preguntaban por qué se había detenido a Moreira y que indicios o cargos había contra el expresidente del PRI.
Sin embargo, el hermetismo de los agentes españoles fue total. “Estaban muy interesados, pero no se les dijo ni pío”, dijo una fuente española.
El rotativo español destaca que la relación entre la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República es muy estrecha.
“En la embajada creyeron que los agentes españoles les revelarían por qué había caído Moreira, pero no lograron su objetivo. Su silencio causó malestar en la legación diplomática ya que, además, en esta ocasión las autoridades españolas no les habían avisado de la detención como hacen habitualmente, según aseguran fuentes cercanas a la embajada. Se enteraron por la prensa digital española”, señala.
Asimismo, el lunes 18, dos días y medio después de la detención, el cónsul de México en Madrid se trasladó hasta la prisión de Soto del Real para visitar a Moreira, al tiempo de que un funcionario del consulado llamado Víctor telefoneó en varias ocasiones al despacho del abogado Manuel Ollé, el letrado español que asistió a Moreira, para interesarse por el caso y conocer aspectos de la instrucción.
Se menciona, además, que un chofer a los mandos de la Vannette Mercedes plateada de la embajada, se trasladó al aeropuerto madrileño para recoger a Ulricht Richter, el abogado mexicano de Moreira.
“Toda la embajada estuvo volcada en Moreira como nunca había ocurrido con otros detenidos”, dijo una fuente cercana al caso al mencionado rotativo.
En la Embajada, funcionarios de la Sección Consular redactaron un escrito dirigido alMinisterio de Asuntos Exteriores en el que amparándose en el artículo 36 de la Convención de Viena preguntaron al juez Pedraz, instructor del caso, aspectos relevantes de la investigación.
Pedían oficial sobre los delitos por los cuales se investigaba a Moreira; el tiempo que duraría el secreto de sumario; el resultado de la audiencia celebrada el día 22; si fue decretada la prisión preventiva o la libertad bajo fianza; y el tiempo que puede durar la instrucción del caso.
Pero la respuesta que dio Pedraz fue estrictamente protocolaria y en la misma no se facilitó ningún dato de la causa declarada secreta, según fuentes judiciales. (SDPnoticias.com)