WASHINGTON.- El presidente Barack Obama subrayó que presentará a su nominado para completar la Suprema Corte de Justicia, desoyendo la negativa de los republicanos en el Senado para considerar este año cualquier candidatura.
«Haré mi trabajo. Voy a nominar a alguien y dejaré que los estadunidenses decidan si esa persona está calificada, y si lo está, dejaré que los estadunidenses decidan si hay suficiente tiempo para que el Senado celebre una audiencia y haya un voto”, dijo.
La víspera, el Comité Judicial del Senado señaló que no convocará a audiencia para la confirmación de quien sea nominado por el presidente para cubrir la vacante que quedó en el máximo tribunal tras la muerte del magistrado conservador Antonin Scalia.
La postura republicana, expresada por el senador John Cornyn, calificó a Obama como un presidente “sin poder político”, que no debe hacer la nominación a un cargo vitalicio.
Los republicanos se oponen a que Obama pudiera nominar a un magistrado moderado, en momentos en que la muerte de Scalia dejó a la Suprema Corte con el mismo número de liberales y de conservadores, ante varios temas controvertidos.
Obama recordó el caso del magistrado Anthony Kennedy, quien fue nominado por el presidente Ronald Reagan en noviembre 1987, y fue confirmado en febrero de 1988, en el último año de su gobierno.
El mandatario desestimó igualmente la noción de que un mandatario en funciones deba renunciar a cumplir con sus obligaciones constitucionales simplemente por estar en el último año de su gestión.
«Ninguno de los padres fundadores (del país) pensó que cuando se trata de que el presidente cumpla sus deberes, éste debe hacerlo por tres años y después, en el último año, dejar de hacerlo”, dijo.
Obama acusó que la postura de los republicanos en el Senado no sólo desafía la Constitución, sino también la lógica, no es sustentada por la tradición, y el resultado será un mayor deterioro en la habilidad de cualquier presidente para hacer nominaciones judiciales. (Excélsior)