Inicia ofensiva contra Trump en el Partido Republicano

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Conservadores intentan evitar que el empresario sea su candidato; analizan lanzar a otro aspirante si fracasan.

Agencias.

CIUDAD DE MÉXICO. Una guerra civil en el Partido Republicano fue evidenciada ayer, cuando el excandidato presidencial Mitt Romney llamó a su partido a detener la hasta ahora victoriosa campaña de Donald Trump por la nominación de este año y creó una polémica que podría
desembocar en división.

Trump es “un fraude” que “le está tomando el pelo a los estadunidenses”, dijo Romney en el más duro y abierto ataque lanzado por un representativo del aparato tradicional republicano contra el empresario.

La andanada, que es la punta de un ataque mayor del aparato tradicional republicano para detener al empresario, provocó un inmediato rechazo de Trump y sus aliados en el sector populista de derecha, así como la amenaza de lanzar una candidatura independiente, un amago que Trump había abandonado desde noviembre.

Pero de acuerdo con medios estadunidenses, grupos conservadores tradicionales vinculados al Partido Republicano exploran la posibilidad de su propio candidato independiente en caso de que Trump sea postulado.

William Kristol, el influyente editor del semanario This Week, indicó que el postulado podría ser el senador Ben Sasse, de Nebraska, que junto con el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, anunció que no votará por Trump si es nominado.

LA RUPTURA, POR EL KKK, PUTIN Y MUSULMANES

Al menos una versión apuntó a que el punto de ruptura fue la renuencia de Trump a rechazar el apoyo expreso de David Duke, un exlíder del grupo racista Ku Klux Klan en Louisiana.

Esa postura se unió a sus expresiones en favor de la tortura, sus elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, y sus ataques al expresidente George W. Bush por la guerra en Irak, y sus ataques contra hispanos y musulmanes.

En los últimos días, intelectuales y académicos conservadores, grupos de interés como el Club for Growth  (Club para el Crecimiento) y un creciente número de políticos electos han expresado su rechazo a la posible candidatura de Trump.

De acuerdo con Romney, “sus políticas domésticas llevarían a una recesión… su política exterior haría menos seguro a Estados Unidos y el mundo. No tiene ni el temperamento ni el juicio para ser Presidente. Y sus cualidades personales significarían que Estados Unidos dejaría de ser la ciudad luminosa en la colina”.

Romney aceptó que algunos creen que la actual ventaja de Trump es definitiva y quieren que la campaña termine. “Ven la historia y dicen que una tendencia como la de Trump no va a ser detenida. Quizás. Pero las reglas de la historia política han sido destruidas esta campaña”, anotó durante un discurso en la Universidad de Utah.

Romney declinó expresar respaldo por ningún aspirante, pero prácticamente aseguró que cualquiera de los otros tres resultaría preferible al empresario neoyorquino, que en su opinión no tiene el carácter ni el temperamento necesarios para ser Presidente.

El discurso fue divulgado desde el miércoles y citas del mismo comenzaron a circular desde esa noche.

ROMNEY ES UN CADÁVER: TRUMP

Eso permitió a Trump responder la mañana de ayer mediante llamadas telefónicas a programas de televisión para descalificar las credenciales políticas de Romney, al que calificó como “un cadáver” que falló dos veces al buscar la Presidencia de Estados Unidos. “La última (2012) contra un Presidente (Barack Obama) que debió haber sido derrotado”.

Igualmente se quejó del trato recibido por parte del aparato tradicional republicano. “Veo televisión y hay anuncio, tras anuncio, tras anuncio golpeándome y realmente es injusto”, dijo Trump.

Pero si me voy –al margen de independiente, que puedo, digo, puedo hacer o no–; pero si me voy, estos millones de personas que se han unido, todos vienen conmigo”, aseguró.

Sarah Palin, la exgobernadora de Alaska y excandidata republicana a la vicepresidencia, le expresó su respaldo de inmediato y afirmó que el ataque de Romney es en realidad un ataque contra el líder de una “revolución” de los estadunidenses patriotas que buscan evitar que los políticos transformen al país.

Romney reconoció la semana pasada que Trump es el más viable ganador de la nominación presidencial republicana.

El empresario ganó las primarias en siete estados en el “súper martes” y tiene una amplia ventaja sobre sus rivales, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, y el gobernador John Kasich.

El número de aspirantes ha favorecido hasta ahora a Trump, que ayer presumió haber atraído a nuevos votantes al partido. Pero algunos de ellos son parte de grupos radicales extremistas de derecha, incluso abiertamente racistas y neonazis.

LA CANDIDATURA
DE TRUMP HARÍA
GANAR A CLINTON

Al mismo tiempo, hay un creciente número de influyentes republicanos que expresan abiertamente su incomodidad con una candidatura de Trump y el costo que en su opinión tendrá para el partido.

La andanada de Romney, que cuestionó como falsa la historia de éxito personal que Trump ha presentado por años, es vista como parte de un intento del aparato republicano para evitar que Trump se convierta en el candidato.

Para los republicanos tradicionales, la extremista retórica usada por Trump, puede crear serios problemas para el partido.

De hecho, Romney afirmó que la candidatura de Trump abriría la puerta a una victoria de Hillary Rodham-Clinton (que se espera sea la candidata del Partido Demócrata) en las elecciones de noviembre.

Una persona tan desconfiable y tan deshonesta como ella no debe ser Presidenta”, subrayó.

 

NO ES APTO PARA SER PRESIDENTE, DICE PRENSA DE CALIFORNIA

La prensa en California destacó ayer que el empresario Donald Trump no es apto para ser Presidente de Estados Unidos por su cinismo,
ignorancia y temperamento.

El diario Los Angeles Times opinó en su editorial que Trump “es sólo un cínico manipulador que juega con las frustraciones reales de electores cansados de un gobierno que tiene grandes problemas sin resolver”.

Dijo que “es un racista y un matón, un demagogo; se ha propuesto matar a las familias de los terroristas, una violación del derecho internacional tan evidente que un exdirector de la CIA predijo que las tropas estadunidenses se negarían a llevar a cabo una orden de este tipo”.

Opinó que la popularidad del empresario “puede ser producto de una mezcla tóxica de un sistema bipartidista polarizado y tácticas nihilistas” en el proceso electoral, pero enfatizó que “Trump no es la respuesta”.

Explicó que “la realidad es que Trump no tiene ninguna experiencia en el gobierno, su interacción con la maquinaria estatal ha sido limitada; tiene un vergonzoso desconocimiento de los problemas que enfrentan el país y el mundo, y un temperamento totalmente inadecuado para el puesto” de Presidente.

El diario ejemplificó con una amplia lista de declaraciones de Trump, así como de incidentes y actitudes del empresario.

El periódico The Sacramento Bee, de la capital de California, instó a los republicanos a que “antes de subirse al tren de Donald Trump lo piensen un par de veces, y luego lo vuelvan a pensar”.

El diario dijo entender que habrá oportunistas, y mencionó como ejemplo a la exgobernadora de Alaska Sarah Palin, pero explicó que la dirigencia republicana teme que una nominación de Trump a la Presidencia pueda incluso destruir a su partido.

Se puede entender el cálculo político de apoyar de antemano a Trump y luego recoger las ganancias, pero (…) esperamos que lleguen a sentir el remordimiento y la pena” de que Trump pudiera ser presidente por su partido, dijo el Bee.

El diario San Francisco Chronicle parafraseó el lema de campaña de Trump de hacer a Estados Unidos grande de nuevo, para pedir que “detengan a Trump: hagan a Estados Unidos sano (mentalmente) de nuevo”.

Se refirió a un electoral que sigue a Trump, al que “la economía y el gobierno le ha abandonado en la manos de una celebridad de entretenimiento que saca sus mayores miedos y sus peores instintos”.

Pero advirtió que al hacerlo, Trump atenta contra el pluralismo, la democracia y el orden de la ley.

Advirtió que “el fenómeno Trump alcanzó un punto en el que los republicanos racionales no tienen opciones fáciles para ponerle fin, pero deben hacerlo”.