Candidatos se reparten victorias en elecciones primarias

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Trump Ganó Michigan y Mississippi, pero perdió Idaho; Sanders derrotó a Clinton en Michigan.

Agencias.

CIUDAD DE MÉXICO. El empresario Donald Trump ganó con relativa facilidad las dos principales elecciones primarias republicanas de ayer, en Michigan y Mississippi, mientras el senador demócrata Bernie Sanders sorprendía al arrebatar Michigan a la favorita Hillary Rodham-Clinton.

Rodham-Clinton venció abrumadoramente a Sanders en Mississippi, 82 a 16 por ciento, pero estuvo atrás de Sanders la mayor parte de la noche en Michigan, donde hasta el lunes iba cómodamente adelante en las encuestas. Finalmente perdió por 50 a 48 por ciento.

La victoria de Sanders auguró que la campaña por la nominación presidencial demócrata continuará hasta junio o hasta la Convención Nacional de finales de julio en Filadelfia, comentó la analista Donna Brazile

Muchos demócratas esperaban que la etapa de elecciones primarias sería poco menos que la coronación de la candidatura presidencial de la exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado.

Pero Sanders, un autoproclamado socialista demócrata y sus seguidores, en buena medida jóvenes, plantean otro panorama.

Sin embargo, la figura de la noche fue Trump, que se llevó las victorias en Michigan y Mississippi ante una oposición dividida, que parece allanarle el camino a la candidatura presidencial del Partido Republicano.

Trump venció en Michigan con 36.7 por ciento del voto, mientras sus principales rivales, el gobernador de Ohio, John Kasich, y el senador de Texas, Ted Cruz, batallaban por el segundo
lugar.

Ted Cruz ganó la primaria republicana del estado de Idaho.

Trump aumentó en por lo menos 40 su cosecha de delegados, para llegar a tantos como 425 de los mil 236 necesarios para obtener la nominación.

Pero tanto o más importante que eso, tiene un considerable impulso para el nuevo “súper martes” del 15 de marzo, cuando habrá mas de 359 delegados republicanos en juego.

Los partidos republicanos de Idaho (caucus o asambleas ciudadanas) y Hawaii (votación directa), que en total ofrecen 41 delegados, sostuvieron también sus primarias, pero su cierre fue
tardío.

Las victorias de Trump fueron también una dura derrota para los esfuerzos de grupos del establishment político republicano por detener el ascenso de un aspirante, al que muchos consideran como un peligro para la integridad de su partido.

De acuerdo con analistas estadunidenses, sus victorias ponen además presión para el retiro del senador de Florida, Marco Rubio, considerado una vez como el favorito del aparato republicano, y el gobernador de Ohio, John Kasich, que buscó presentarse como la alternativa moderada al extremismo voceado por
Trump.

Kasich mantenía vivas sus esperanzas gracias a su segundo lugar en Michigan, y ahora sus esperanzas están en la votación en su estado de Ohio, la próxima
semana.

Las de Florida y Ohio son dos de las mayores en las seis elecciones primarias republicanas del “súper martes”, con un total combinado de 359 delegados. Una derrota para Rubio y Kasich en sus propios estados será mortal para sus ambiciones.

Por primera vez, por otra parte, Trump superó 40 por ciento de la votación. En Mississippi logró 48 por ciento de los votos, gracias a su trabajo entre cristianos evangélicos que Cruz esperaba se alinearan con él.

En su discurso de victoria, Trump hizo llamados a la unificación de los republicanos, en lo que se interpreta como casi certidumbre de su victoria final en la etapa de las primarias.