Por ocho años el médico César Augusto Herrera Ruiz, ha atendido el dispensario médico de la Asociación Civil Cáritas de Victoria, sin recibir un salario a cambio, por lo contrario un gesto de agradecimiento por parte de los pacientes, es la mejor paga por su labor.
Herrera Ruiz, es doctor jubilado del IMSS y recientemente quedó al frente de la organización donde continúa trabajando a favor de la salud pública.
Entrevistado al respecto, mencionó que regala todo su tiempo a la agrupación solo por ayudar a los más necesitados, afirma que durante todos estos años ha conocido y simpatizado con muchos de los indigentes que acuden al comedor comunitario.
“Llegué aquí voluntariamente una vez que me sentí sin actividad o inútil, pensé algo tengo que hacer, me integré al grupo de voluntarios de Cáritas como médico de las brigadas de salud, en el consultorio veía a todos los enfermos que llegaban, la cantidad era variable, a veces veía cinco otras veces más”
Una de las características del médico Herrera es su buen humor y la empatía que logra con los pacientes, éste sin duda es un factor para el alivio de los enfermos que acuden con más dolores en el alma que los físicos.
“Las enfermedades de las personas que acuden aquí, en su mayoría se derivan de malos hábitos alimenticios, tienen muchas deficiencias nutricionales, anemias, desnutrición y la diabetes que es uno de los padecimientos más graves en estos tiempos. En el consultorio les proporcionamos el medicamento que tenemos y que las personas no pueden comprar, más aparte el consejo médico que tanto necesitan”.
Todavía hay muchas carencias
Ahora como encargado administrativo de Cáritas, dice que la sombra de la crisis económica se extiende sobre la asociación filantrópica, a tal grado que cada vez les es más difícil cumplir con la misión de entregar ayuda.
“Necesitamos más donaciones por parte de la sociedad, ropa, medicamentos, muebles, despensas, todo lo que podamos hacer llegar a los marginados de Victoria, no digo que no recibamos ayuda, pero hay muchas necesidades todavía”, afirma.
Herrera Ruiz también enumera una serie de problemas que tienen encima, como el carecer de medios de transporte, pues tenían tres camionetas y se les descompusieron.
“Ahorita estamos batallando con los medios de transporte, por mientras nos andamos moviendo en mi carro, pero a veces necesitamos de un medio de transporte más grande donde podamos trasladar muebles y personas”.
Exhortó a la sociedad a acercarse a conocer el trabajo de Cáritas y aportar su granito de arena para que la asociación siga apoyando a la gente humilde.
“No estamos pidiendo dinero, pero si tienen ropa en buen estado que ya no usen pueden donarla, así como medicamentos no caducos para el dispensario, enseres, despensa, todo lo que nos puedan aportar es bienvenido”.
Invitación al curso de panadería
Año con año Cáritas ofrece un curso de Panadería Artesanal para todas aquellas personas de escasos recursos que quieran autoemplearse mediante la venta de este producto, elaborado por sus propias manos.
El curso tiene una duración de un año, de lunes a viernes de 9:00 a 12:00, los interesados se pueden inscribir con una cuota de recuperación de 25 pesos por sesión.
Para mayor información pueden entrar a la página de Cáritas de Ciudad Victoria, AC o comunicarse al teléfono 315 03 50.
CITA TEXTUAL…
«En el consultorio les proporcionamos el medicamento que tenemos y que las personas no pueden comprar, más aparte el consejo médico que tanto necesitan”.
