Almaraz, triunfo asegurado

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Por: Felipe Martínez Chávez

Por lo menos en la capital de Tamaulipas, el PRI tiene asegurado su triunfo con Oscar Almaraz Smer.
La ventaja sobre su más cercano competidor, el panista Arturo Soto Alemán es de más de dos a uno. En concreto, de poco más de 24 puntos porcentuales.
Esto según la empresa GII 360 Grupo Impacto, que dice haber levantado una encuesta telefónica entre el nueve y diez de mayo en este municipio.
Le concede el ll.10 por ciento de la intención al independiente Xicoténcatl González Uresti, y apenas el 7.8 a Mónica Dávila Gómez, la del Movimiento Ciudadano.
Dice Grupo Impacto que Morena llegará al 1.30; el PES anda con el .70 y la tal Shira Casar, la perredista, no consigue ni el .60. En otras palabras, estos van a perder su registro en Tamaulipas.
Candidato por segunda vez, Soto Alemán no levantó. El PAN no existe en Victoria y los pocos militantes que hay piden un dineral por trabajar para el partido y sus candidatos, o por lo menos ir a votar por ellos.
La del Movimiento Ciudadano, pues la versión es que su marido Gustavo la “vendió” en paquete. El y ella por un módico precio… Dos por uno.
Por los lugares donde ha pasado Mónica la bautizaron como “la muda”. No habla, no dice nada y menos puede hilar algún discurso o compromiso. Sus boletineros le inventan declaraciones.
Tradicionalmente la capital es priísta, fuera de aquel 1992 en que los demonios se unieron –desde Palacio de Gobierno- para fraguar la derrota del galeno Carlos Castro Medina.
Hay algo que llama la atención del sondeo de esta empresa: Registra 36 contactos no exitosos y 32 abandonos (de la entrevista). Hay gente que no quiere saber nada de política ni candidatos.
Si gana Almaraz, tendrían asegurado su ingreso a la curul los aspirantes por los distritos 14 y 15, Carlos Morris Torre y Eduardo Gattas Báez. Se han colgado de la campaña de aquel. Es el rebote.
De paso, al día siguiente que ganen estarán pensando en conquistar la alcaldía capitalina y… Lo que sigue.
En el tema “del deslinde” de Baltazar Hinojosa Ochoa, hay cosas que sus asesores debieron haber analizado con más detenimiento. Los tiros de precisión tienen que revisarse una y otra vez para no fallar.
Dígalo si no, querido lector, por ejemplo, en el siguiente párrafo:
-En 60 días vamos a transitar por cada carretera, cada brecha, camino y autopista sin temor a ser agredidos, violentados o lastimados en nuestra persona o pertenencias.
Es muy difícil que en dos meses Tamaulipas quede “saneado” de un cáncer que lleva incrustado años y ha provocado sangre en los últimos siete.
No es posible. No hay recursos ni medios suficientes para acabar de tajo con la delincuencia en caminos y carreteras. No hay varita mágica. Por más que exista voluntad política, los caminos de Tamaulipas seguirán siendo peligrosos hasta que los bandidos se retiren por sí solos.
Los discurseros pudieron haber escrito que, si ganan las elecciones, el nuevo gobierno haría la lucha por devolverle los caminos a la ciudadanía.
Algo que también suena acelerado es que va a presentar su plan estatal de desarrollo en diez días ¿díez días?. Bien pudieron haber mencionado que en un mes, en 30 días, o en cien.
En cuanto a las “ofensas” a los ex Gobernadores (priístas, porque solo de esos hay), que se le quieren cargar, opinamos que en la praxis él tiene toda la razón. Para seguir “viviendo” alguien tiene que sacrificarse. Cuando el sol se empieza a ocultar, llega uno nuevo. Se va un Rey, llega otro.
Es la Ley de la vida política. Es más, en su tiempo Norberto Treviño Zapata llegó como un huracán tomando decisiones que solo le competían al Gobernador Horacio Terán Zozaya.
Fue un “gobernadorcito” por espacio de alrededor de dos años, y los priístas no se sintieron ofendidos.
Otro demonio fue Enrique cárdenas González. Llegó como caballo loco pisoteando y ninguneando al gobernador Manuel A. Ravizé. Nadie dijo nada.
Menos cruenta la batalla fue cuando Manuel Cavazos Lerma llegó a Tamaulipas como delegado de PRONASOL con todo el poder de Carlos Salinas de Gortari, pasando por sobre las decisiones de un “tibio” Américo Villarreal Guerra.
Cavazos eran el Santa Claus con su costal lleno de billetes para invertir en obras. El gobierno federal, por su conducto, aterrizaba la inversión a la entidad.
Cuando entró Tomás Yarrington Ruvalcaba se habló inmediatamente de un “rompimiento” de relaciones. Se justificó con el encarcelamiento del hombre fuerte del maharishi, Pedro Hernández Carrizález.
Los deslindes parecen la moda sexenal. Unos en la campaña, otro cuando llega el nuevo gobierno.
Fuera de algunos roces y un año de cárcel, entre los tricolores la sangre no ha llegado al río. Habría que analizar qué pasará si asciende al poder el PAN con Francisco García Cabeza de Vaca. Pensar en ese escenario.
La respuesta parece incompleta. Sus operadores no han accionado nada en concreto. Se antojan más “fuertes” y terminantes las promesas de Baltazar.
Pero en fin, las campañas cierran hasta el siguiente miércoles. De aquí a entonces Francisco García podría resumir los propósitos generales de administración.
Si nos vamos a otros asuntos, la UAT en su campus Tampico ofrece una nueva carrera, la de ingeniería Geomática, un programa académico que tiene como objetivo formar profesionales para la producción, estructuración, procesamiento y difusión de información referenciada geoespacialmente, en mapeo, que sirva al proceso de toma de decisiones.
Volvemos con el candidato de PRI y su alianza a la presidencia de la capital, para comentar que tiene previsto un cierre masivo de campaña el martes 31 de mayo, en que lo acompañará el candidato a la gubernatura, Balta Hinojosa, pero el lugar del evento no ha sido definido.