Apenas cruzó la puerta principal del Centro Cultural Tamaulipas aquel majestuoso ataúd de fina madera y con un esplendoroso ramo de flores blancas encima y las palmas de todos los presentes estallaron al unísono.
Unos con los ojos enrojecidos, otros con el rostro desencajado, todos tristes, todos recordando al amigo, al político, al escritor, al conferencista…simplemente ahí para dar el último adiós a un destacado tamaulipeco llamado…Ramón Durón Ruiz, el mismo que con su dolorosa partida se lleva el recuerdo más perenne de su memorable personaje ‘El Filósofo de Güémez’.
Y sí a su esposa Martha Reyes y a sus hijos los invadía el dolor, y sentían desfallecer, para eso estaban ahí sus amigos, familiares, compañeros, ex colaboradores, simplemente la gran familia que este gran sembrador de amigos cultivó a lo largo de sus 60 años en su estado y en todo el país.
El homenaje fue encabezado por el gobernador del Estado Egidio Torre Cantú, acompañado de su esposa, y miembros del gabinete estatal, además de políticos de diversas corrientes y hasta el candidato del PRI en Veracruz, Héctor Yunes Landa.
Al inicio de la ceremonia se dio lectura a la biografía de Ramón Durón Ruiz, donde se destacó su trayectoria profesional y su amor por el saber, su don de gentes, su afán por ayudar siempre a los jóvenes que querían abrirse camino en la vida.
Durón Ruiz creció amando cada calle y cada rincón de Victoria, la ciudad donde formó su familia y donde hoy deja una huella imborrable.
Publicó más de dos docenas de libros, impartió conferencias por toda la República Mexicana, así como talleres motivacionales. Fue profesor de Educación Primaria y Profesor de Educación Media especializada en Ciencias Sociales, Diputado Local, Presidente Municipal, Delegado Federal, y Procurador General de Justicia en el Estado, entre otros cargos.
Acto seguido, la Casa del Arte organizó la lectura de sus frases en voz de Sandra Balderas, Jesús Nañez y Lorena Illoldi.
En el homenaje flotaban sus frases: “Lo que de aquí pa allá es de subida de allá paca es de bajada”, “árbol que crece torcido es que no le pusieron palito”, “la confianza dura hasta que se acaba”, “pa vida de morirse hay que estar vivo”.
Humberto Durón Reyes, hijo de Ramón, agradeció a nombre de la familia las muestras de afecto y cariño ante el deceso de su padre y pidió a su familia, amigos que siempre le recordarán como fue él alegre, dicharachero, bromista, cultivador de la amistad.
“Muchas gracias señor gobernador por su presencia en este momento tan doloroso, gracias por este homenaje que le hacen todos los tamaulipecos a mi padre, lo llevaré en mi corazón toda la vida. Amigos todos a nombre de mi familia doy un agradecimiento por todas las condolencias y tomarse el tiempo de acompañarnos, yo deseo que recuerden a mi padre siempre como una persona con un ingenioso sentido del humor, siempre agradecido con la vida, siempre fue un sembrador de amigos, muchas gracias a todos”, expresó el joven profesionista rodeado por su señora madre y sus hermanos.
Y mientras un grupo de música de la Casa del Arte hacía sonar sus interpretaciones, seguían los recuerdos, se sentía el afecto, se podía palpar el cariño de los presentes a tamaulipeco que llegó a codearse con lo más selecto de la clase política nacional.
Después vinieron las palabras de Tito Reséndez Treviño, un entrañable amigo de Ramón Durón.
“El Filósofo de Güémez”, no puede ser otra persona que mi gran amigo Ramón Durón Ruiz, quien siempre lo recordaré con una sonrisa en el rostro y era una mano amiga que nos transmitía una amistad sincera, debo decir que su prematura muerte me tomó por sorpresa, personas como él demostraban sus ganas de vivir a cada instante y de dar más de lo que él sabía a los que más lo necesitaban”, expresó.
Hasta la voz de la periodista Adela Micha invadió el espacio y a través de un mensaje grabado en audio recordó a su amigo y se dijo sorprendida tras enterarse de su repentino fallecimiento.
Ya cuando las lágrimas brotaban en muchos de los presentes se dio paso a las guardias de honor comenzando por la de su familia su esposa Martha Isabel Reyes de Durón y sus hijos Humberto, Ramón y Martha Durón Reyes, acompañados por el Gobernador Egidio Torre y su esposa.
Luego vinieron las guardias del Ayuntamiento victorense y la de sus amigos, aunque el espacio resultaría insuficiente, pues tantas amistades que Ramón Durón cultivó en su vida habrían llenado el Centro Cultural completo.
«El fin está cerca, lo afrontaré serenamente ya ves yo he sido así, te lo diré sinceramente viví la intensidad y no encontré jamás fronteras si bien todo ello fue a mi manera».
Asi sonaban las últimas notas musicales de aquella banda, mientras el féretro encaminó hacia la salida del CCT para ser trasladado a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús.
Y ahí iba, el Filósofo, partiendo plaza, arrancando aplausos, recibiendo el cariño de gente misma de las colonias que se mezclaron con los políticos y los funcionarios…al final todos unidos en el recuerdo a un amigo de los amigos.
Los restos de Ramón Durón Ruiz llegaron en avión procedentes del estado de Puebla a esta capital y ayer mismo fueron sepultados en el panteón particular de El Refugio.
