– Melhem o Guevara navegarán contracorriente
– El PRI ya no tendrá apoyo económico estatal
– Fantasma de la alternancia comienza a rondar en Los Pinos
SIN lugar a dudas, será una tarea titánica la que habrá de desarrollar quien, próximamente, tenga a su cargo la responsabilidad de presidir el Comité Directivo Estatal del PRI.
Luego de la debacle tricolor en Tamaulipas, el alto mando del expartidazo que aún no se recupera de la paliza del pasado 5 de junio, prepara el relevo del todavía dirigente estatal, RAFAEL GONZALEZ BENAVIDES.
Si es EDGAR MELHEM SALINAS o ALEJANDRO GUEVARA COBOS u otro el designado, lo único cierto es que habrá de remar contracorriente para recuperar los restos tricolores y estar en condiciones de enfrentar el reto político-electoral del cada vez más próximo 2018.
De arranque, como consecuencia del tsunami azul que dio paso a la primera alternancia en esta entidad federativa, el nuevo líder estatal priísta ya no contará con el apoyo económico que recibió el partido por parte del gobierno estatal a lo largo de 86 años.
Muy seguramente el PRI tamaulipeco recibirá recurso económico proveniente del Comité Ejecutivo Nacional. Sin embargo, el volumen en nada se comparará con lo tradicional emanado de las arcas estatales.
Se antoja harto difícil entender cómo le hará el exinvencible para costear la estructura electoral incrustada en la nómina partidista, aviadurías y distintas dependencias del gobierno cuerudo. A partir de octubre, con el nuevo gobierno tamaulipeco, comenzará el desmantelamiento de la maquinaria que mantuvo en el poder estatal a los gobernadores del Revolucionario Institucional.
Justo en ese momento los activistas y militantes tricolores habrán de dimensionar los efectos devastadores del arrollador triunfo del PAN y su candidato FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA.
Por supuesto que tampoco se debe subestimar la labor que eventualmente realizarían MELHEM SALINAS o GUEVARA COBOS, por mencionar a los prospectos más publicitados. No obstante, sin el apoyo gubernamental y los grupos de poder canteados a la esquina azul, será sumamente difícil aglutinar a los priístas de hueso colorado y a los que viven de las campañas políticas.
Sin con vientos de cola, es decir, a favor, el PRI sorteaba problemas internos que tenían que resolver los “ingenieros electorales”, es fácil imaginar lo que ocurrirá al interior de ese instituto político que se prepara a nivel nacional para retener el palacio presidencial y Los Pinos.
Respecto al relevo en la dirigencia estatal del PRI, vale la pena mencionar que el actual diputado federal, EDGAR MELHEM SALINAS, es quien tiene mayores probabilidades de éxito, dadas su experiencia electoral y contacto con la sociedad.
Por otra parte, a juzgar por los resultados eleccionarios del pasado proceso, no es aventurado afirmar que el Partido Acción Nacional tiene muchas posibilidades de recuperar la presidencia nacional, luego de dos sexenios de detentar el poder federal.
La misma apreciación se hizo presente en la esquina noreste mexicana, con los resultados ya de sobra conocidos. El fantasma de la primera alternancia política en Tamaulipas comenzó a aparecerse desde el año pasado.
Aparentemente, el 2018 se ubica muy lejano en el plano político-electoral, año en que se habrán de renovar los poderes constitucionales en la república mexicana. Con el PAN gobernando el 60 por ciento de los ciudadanos aztecas, simple y sencillamente la distancia realmente es corta y, además, el tiempo apremia.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx