No hace muchos años dirigentes empresariales mostraban su temor de que México pudiera convertirse en un país similar a Argentina, Chile, Colombia u otros países de Sudamérica donde todos los días sufren bloqueos de calles, saqueos de tiendas, manifestaciones, violencia, y también represión.
Acusaban que la inseguridad, las escasas oportunidades e incluso muchos movimientos sociales orillarían a la gente a tomar decisiones similares que allá se cometían y no eran otra cosa que saquear casas ricas, tiendas, bandalizar en las calles, tomar oficinas públicas.
El empresariado predecía ese fenómeno con un argumento sólido, afirmaron que a todo se acostumbra la gente menos a no comer y ya existía hambre, provocada por diversas circunstancias, en muchas regiones del país.
Según ellos, los empresarios, los problemas sociales se vivían en todo México, en algunos Estados provocados por la corrupción, impunidad, delincuencia, inseguridad, en otros por la pobreza que se hacía intolerable, algunos más eran semiparalizados por dirigentes de partidos políticos que nunca llenan de dinero y cerraban calles, y lo más reciente que ponía en riesgo al país era las movilizaciones magisteriales o de presuntos maestros.
El caso de Tamaulipas, según ellos, era más preocupante, ya que sus problemas eran tantos que no se pueden cubrir con una sola acción.
El norte del Estado sufría violencia, el sur del actuar de bandas criminales, inseguridad, la región conocida como el cuarto distrito y la gran mayoría de los municipios del centro de pobreza, pero esos problemas solo eran los más representativos de cada zona ya que, invariablemente, se mezclaban unos con otros.
Por supuesto, Tamaulipas no parece tener una sociedad dispuesta a provocar caos e ingobernabilidad a fuerza de manifestaciones, tomar carreteras, bandalizar en las calles, saquear tiendas o cosas parecidas.
Más aún, Tamaulipas todo el tiempo recibe inversiones que generan empleos, todos los días hay empresarios que le apuestan a nuestra ventajosa posición geográfica para sacarle el mayor provecho económico a y eso mitiga las ganas de organizar movilizaciones violentas o la toma de oficinas gubernamentales.
Sin embargo hay hechos que coinciden con el resto del país, la gente está harta de la violencia, de la inseguridad y eso provoca que se dejen de construir casas, que empresarios se vayan a vivir a otras partes y otras cosas parecidas.
Viene todo a colación porque ayer Juan Pablo Castañón, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial y de la Confederación Patronal de la República Mexicana, la Coparmex o el llamado sindicato de patrones, lanzó una alerta por lo que ocurre en Oaxaca, allá, dicen los empresarios, el gobierno no existe, los presuntos maestros han acabado con los negocios establecidos, han cerrado carreteras y casi matan de hambre a muchos poblados que no tienen entrada ni salida de vehículos.
Afirma que esas organizaciones u otras lideradas por delincuentes, han saqueado tiendas, gasolineras y han tomado el comercio en sus manos para vender un huevo en 10 pesos, que la carencia obliga a la gente a comprar cuatro de estos en un cucurocho que les ofertan a 40 pesos, que igual el precio del litro de gasolina ya es de hasta 50 pesos, todo en el mercado negro ya que han acabado con el empresariado formal.
Lo triste del caso, dice, es que la gente se ve obligada a comprar a 10 pesos el huevo porque no hay, porque se carece de ellos, no existe otro producto que comer y el gobierno no sabe como solucionarles el problema.
La realidad es que eso, lo de Oaxaca, pasa en todo el país, hacen falta huevos y todo nos saldrá muy caro, hace falta liderazgo para controlar nuestros problemas y hacer más llevadera la vida, vaya, hace falta que el gobierno de Enrique Peña Nieto entienda que debe gobernar y no dejarse mangonear por los poderes que se les atraviesen y además exhiba su incapacidad para solucionar problemas…
De seguir sin huevos el problema de esas comunidades de Oaxaca va a crecer y también los de todo el país que verá la violencia como un ejemplo para arrebatar lo que es nuestro y el gobierno nos ha estado negando, no es lo deseable, pero parece que para allá va todo.
En otras cosas… Desde el inicio de funciones, en junio de 2015, el Centro Toxicológico de Tamaulipas (CETOX-TAM) se ha consolidado como un aporte esencial del gobierno de Egidio Torre Cantú a la salud de los tamaulipecos, al conformar un grupo de reacción inmediata integrada por más de 400 elementos ante casos de intoxicación.
Así lo dio a conocer el secretario de Salud, Norberto Treviño García Manzo, quien señaló que en los últimos meses se han atendido a más de 50 pacientes con diferentes grados de intoxicación a causa de medicamentos, hidrocarburos, mordeduras de serpientes venenosas, por insecticidas–raticidas, picaduras de araña (viuda negra, violinista) y de alacrán.
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