La cámara alta brasileña avaló por 59 votos a favor y 21 en contra el informe que acusa a la presidenta suspendida.
Agencias
Brasilia.- El senado de Brasil aprobó seguir con el juicio político en contra de la presidenta suspendida Dilma Rousseff, por la supuesta manipulación de las cuentas públicas en 2014 y 2015, con lo que a finales de este mes podría darse la destitución definitiva de la mandataria.
Mientras que los reflectores están centrados en los Juegos Olímpico de Río de Janeiro, y después de un debate que se prolongó por 16 horas, la cámara alta brasileña avaló por 59 votos a favor y 21 en contra el informe que acusa a Rousseff de graves irregularidades presupuestarias y fiscales.
Se trata de la tercera y última etapa del proceso de “impeachment” (juicio político) que se sigue a Rousseff, y será a finales de agosto cuando el Senado celebre la última sesión en la que bastará con que dos tercios de los senadores decidan si es destituida o no.
Hace una semana, la comisión del Senado encargada del dictamen aprobó con 14 votos contra cinco someter el caso ante el pleno.
Cabe recordar que el pasado 12 de mayo, la misma cámara legislativa aprobó por mayoría la destitución temporal de Rousseff, quien fue sustituida por el entonces vicepresidente Michel Temer, del opositor Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
En caso de que Rousseff sea destituida, el presidente interino Temer permanecería en el cargo hasta 2018, cuando concluye el mandato original.
Tanto la bolsa como la moneda brasileñas observan positivamente que se concrete la destitución y que Temer mantenga las riendas del país, ya que sus propuestas a favor de la empresa privada han sido factor para la recuperación del mercado tras la peor crisis política del país en décadas.
Rousseff niega los cargos y asegura que todo se trata de una conspiración de la derecha, encabezada por el hoy presidente interino, para frenar las investigaciones de corrupción de la Operación Lava Jato.
