El nombre de este desarrollo es GPS OCX, y pronto estará listo.
Agencias.
CIUDAD DE MÉXICO. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) es una tecnología que nació hace más de 30 años con propósitos militares y, en estas décadas, ha evolucionado de tal manera que es indispensable para servicios como la navegación en el celular o hasta para aplicaciones como Pokémon Go.
Su uso ha sobrepasado las expectativas, y tras varios años es necesario buscar un sucesor que arregle algunas de sus debilidades como la precisión o la seguridad, y de ahí que autoridades de Estados Unidos ya tengan un programa en marcha en manos de la tecnológica Raytheon.
El GPS que se conoce actualmente funciona gracias a varios satélites con cobertura global que emiten señales, para uso civil y militar, sobre su posición con respecto a la superficie terrestre con una precisión de hasta 15 metros. A esto se añaden unos receptores que se encargan de refinar la posición y mostrarla en un mapa, como puede ser Google Maps.
Sin embargo, se ha visto que éstos tienen algunos puntos débiles como el hecho de que la señal que se envía del satélite, aunque está encriptada, puede ser sustituida por otra con datos falsos, algo que en el mundo militar conlleva varios riesgos.
Así como otros menos peligrosos como errores producidos debido a edificios o montañas cercanas, o la excesiva demanda que existe.
EL SUCESOR
Tomando esto en cuenta, la Fuerza Área de Estados Unidos puso en marcha hace un par de años una iniciativa para desarrollar un nuevo GPS que tuviera un sistema de control, satélites especiales y nuevos receptores con los que se pudiera aumentar su precisión y hacerlo menos susceptible a ataques cibernéticos.
De ahí nació el Programa de Sistema de Control Operacional de Nueva Generación de GPS, mejor conocido como GPS OCX. Los expertos de Raytheon aseguraron, tras ganar la licitación y una vez que se hizo público el programa, que el nuevo sistema y sus señales se miden de tres maneras: la precisión, la disponibilidad y la integridad.
Para ello, no sólo se necesita la construcción de una serie de satélites llamados GPS III que trabajarán con un nuevo software; también la infraestructura en tierra será actualizada con un software que tiene por núcleo un Filtro de Kalman, es decir, un algoritmo que aumenta la seguridad.
“A diferencia de las generaciones previas de GPS, que fueron construidas en arquitecturas cerradas, el nuevo sistema GPS OCX representa un gran paso adelante en el futuro de la tecnología”, declararon sus desarrolladores.
Esto último porque se tratará de un sistema abierto con la capacidad de integrar nuevas herramientas, servicios y mejoras de parte de la comunidad dedicada a esta industria.
Raytheon también afirmó que ahorrará dinero al gobierno de Estados Unidos en el mediano plazo.
LA INCERTIDUMBRE
El programa GPS OCX no sólo lleva dos años de retraso, debido a problemas con los satélites y los receptores; también ha visto incrementado su presupuesto.
En un inicio se habló de un costo cercano a mil 500 millones de dólares, cifra que ha aumentado a cinco mil 300 millones, y de ahí su retraso.