Delincuentes hacen ‘agosto’ durante Río

3043
El operativo policíaco en Río de Janeiro no disuadió a los delincuentes.
Tiempo aproximado de lectura: 1 minuto

 

 

Río de Janeiro.- El impresionante operativo de seguridad desplegado por las autoridades brasileñas para los Juegos de Río, con más de 80 mil efectivos entre policías y militares, no disuadió a los delincuentes que, literalmente, han hecho su «agosto» en esta cita olímpica.

El temor a contraer el zika o a un ataque terrorista, dos de los temas que más preocupaban a las delegaciones extranjeras, pronto quedaron relegados por el problema de la delincuencia.

La lista de incidentes es interminable a pesar de que Río ha ofrecido durante estas semanas una imagen de ciudad blindada por los camiones militares y las patrullas de policía.

Horas antes de la ceremonia inaugural de los Juegos, el 5 de agosto, un delincuente murió a manos de la policía en las inmediaciones del estadio de Maracaná, supuestamente en un tiroteo tras intentar robar a varios aficionados.

Uno de los incidentes que más llamó la atención de los medios internacionales fue la bala perdida que se coló en la carpa de prensa de las competencias hípicas, en Deodoro, y que a punto estuvo de provocar heridos. Otra bala perdida fue encontrada días después en los establos.

Un autobús de la organización que trasladaba a un grupo de periodistas fue apedreado en un confuso episodio y algunos resultaron con heridas leves, lo que obligó a escoltar los desplazamientos al complejo deportivo de Deodoro.

Mediada la cita olímpica, tres militares brasileños que colaboraban en las tareas de seguridad de los Juegos fueron tiroteados en el complejo de favelas de la Maré y uno de ellos murió.