Hace 206 años inició la guerra de Independencia, las razones eran muchas aunque se resumen en pobreza, represión, discriminación, violencia contra los más necesitados, explotación y una clase gobernantes que insultaba con su arrogancia, soberbia y riqueza mal habida.
Qué coincidencia, son los mismos problemas que ahora tenemos aunque más acentuados y sin el menor asomo de rebelión de los pobres, mucho menos de la clase media que está a punto de desaparecer absorbida por la pobreza.
¿Los ricos?, bien gracias, a ellos no les interesa el pueblo, es más, ni se han dado cuenta que ellos con su indolencia y hasta explotación del trabajador han provocado tanta inseguridad, violencia y crisis porque no se conformaron con agandallar desde sus empresas sino que también se hicieron políticos y desde ahí saquean presupuestos destinados a los más pobres.
En este momento carecemos de liderazgos que llamen a la lucha para corregir nuestra situación, le afirmó que no podríamos encontrar, entre 130 millones de mexicanos, a un hombre con el liderazgo y decencia con la que nos pintaron a Don Miguel Hidalgo, ni siquiera a uno semejante de cómo nos dibujaron a Ignacio Allende, Juan Aldama o Don José María Morelos y Pavón, o una mujer como la Corregidora, entre muchos otros.
¿Los políticos?, la verdad es que son muy pocos, la gran mayoría de quienes se meten a los partidos, a ser candidatos, son hombres y mujeres disfrazados de políticos que le entran nadamás porque imaginan los negocios y el saqueo a los presupuestos al amparo del poder, y lo han logrado.
Hoy este México tiene más pobreza que hace 206 años, se estima que más de 10 millones de personas no tienen dinero para comer, a veces, ni una vez al día, y a ellos hay que agregarle otros 55 millones de mexicanos que son pobres, que no comen bien ni tres veces al día, ni tienen para vestido, menos piensan en la escuela de sus hijos, la salud o una vivienda digna.
Es verdad, a esos números hay que añadirle a la gran mayoría de los maestros que son mal pagados, a los trabajadores en los municipios, a quienes no tienen la dicha de tener padrinos para ingresar a trabajar o lo hacen en maquiladoras que apenas pagan un sueldo mínimo más los bonos.
Si, se puede afirmar que hoy hay más pobreza, represión, discriminación y hasta más gobernantes que insultan con su prepotencia, soberbia, arrogancia y la forma como se roban el dinero destinado a los más pobres, a los programas de desarrollo social o asistencia pública.
Por supuesto, hay más miedo, más violencia e inseguridad y una enorme ineptitud de la autoridad para, siquiera, visualizar que el grave problema que padecemos no son los grupos delincuenciales sino la impunidad, corrupción y la desatención a la escuela, a la calidad de la educación que pasa por uno de sus peores momentos.
¿Un México independiente desde hace 206 años?, es un mito, el poder y el dinero del país solo ha pasado de las manos de unos poquitos a las de otros poquitos, apenas unas 100 familias aglutinan el poder y la riqueza de esta nación.
Es verdad, a esa dependencia que tiene el país de unos poquitos obedece la pobreza de millones y millones de personas, también a que nos espante y nos empobrezca el aumento del dólar, que por cierto ayer rompió nuevo record en su venta al público al llegar a los 19 pesos con 56 centavos.
Nuestro grave problema es ese, dependemos de unos poquitos que le apuestan a la seguridad de tener su dinero y empresas en el extranjero, allá donde no corren tantos riesgos, por eso es que a ellos les agrada que siga subiendo el dólar aunque genere más pobreza y más problemas a nuestra Nación.
Resumiendo, no, no hay independencia en México, seguimos agarrados de los, de los, de los cabellos por parte de los saqueadores locales que sienten tener sangre azul y de los extranjeros que mueven cualquier cosa para que el dólar siga subiendo mientras nuestros pueblos ven aumentar su pobreza, discriminación, violencia, inseguridad, mala calidad educativa, malos servicios de salud entre muchos problemas más.
En otras cosas… El Secretario Federal de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava y el Gobernador Egidio Torre Cantú, pusieron en marcha el Programa de Empleo Temporal Fronterizo, que con una inversión de 74 millones de pesos, brinda una oportunidad a más de 16 mil tamaulipecos para llevar un ingreso a sus hogares.
Luis Enrique Miranda Nava, luego de hacer un reconocimiento al mandatario estatal por su compromiso con los que menos tienen, aseguró que los programas sociales son primordiales que no pueden darse o quitarse por ninguna situación o un cambio de gobierno, y que van para el beneficio de todos los mexicanos sin mirar el color o bandera política.
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