Después de varias décadas de dedicarse a la bohemia, el guitarrista decidió convertirse en profesor y ofrecer clases a las nuevas generaciones en la Casa del Arte.
Con su conocimiento y sensibilidad, ha forjado en muchas generaciones el amor a la música y letras románticas que marcaron su juventud.
Rafael Espinoza, visualiza su trabajo como “una satisfacción muy grande”, pues a lo largo de 16 años, han salido de su clase generaciones de alumnos destacados, algunos que ya se dedican a la guitarra lírica de manera profesional”.
En entrevista comentó que fue alumno del taller de Guitarra Lírica en la Casa del Arte de esta capital, desde el año 2000 a la fecha imparte clases del mismo taller a estudiantes de los 8 años de edad en adelante.
“El taller se llama Guitarra Lírica no lleva lo que es partituras, se refiere más a lo que son acordes, tonos y ritmos, también es más audiovisual, ponemos los acordes en el pizarrón. Lo que la diferencia de la guitarra clásica es que en esta no se canta y la lírica abarca lo que son los tríos, las rondallas, trovas”.
A su taller asisten alumnos de diferentes edades, comenta que en su clase tuvo a una persona de más de 70 años y que ha sido la más gran edad hasta el momento, aunque afirma que la edad no importa cuando se desea aprender.
“En mi aula hay personas de 8 años en adelante, todos aprenden de igual forma porque la técnica de enseñanza es la misma, siempre tengo alrededor de 15 alumnos por clase que llegan a aprender desde cero”.
Mencionó que antes de convertirse en maestro dedicó su vida a trabajar como guitarrista en tríos bohemios, una actividad que más que un trabajo era una pasión que le nació desde muy joven.
Fue durante los años 90 que el “Trío los Emperadores” tuvo mayor auge en la ciudad, señaló que por muchos años esa fue su única actividad.
“He dirigido varios tríos de música romántica, estuve con el Trío los Emperadores, originalmente éramos grupo de algunos 20 estudiantes, de ahí hicimos el trío y tocamos en varias partes de la ciudad por muchos años”.
Fue llamado para dirigir también el Trío Los Halcones, agrupación conformada por el cuerpo policial de Protección Ciudadana. Tiempo después con otros compañeros de oficio formó un nuevo trio llamado “los Legendarios”.
Aseguró que aún existe el interés de las nuevas generaciones por la música romántica, de tríos, rondallas y trovas.
“Hay muchos jóvenes que vienen a la clase con el interés de aprender a requintear para luego integrarse a tríos y rondallas, esto quiere decir que todavía existe el gusto por la música romántica, aunque en la televisión y la radio ya no suene tanto”.
Durante el año el Taller de Guitarra Lírica tiene varias presentaciones en la Explanada de la Casa del Arte, especialmente por temporadas como Navidad, Día de las Madres, Día del Amor y La Amistad, y para cerrar ciclos de estudios.