Votan colombianos contra Pacto de Paz

4159
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos al momento de emitir su voto.
Tiempo aproximado de lectura: 2 minutos

 

 

Con 99.25% de las mesas escrutadas, la opción del «No» (50.24%) se imponía a la del «Sí» (49.75%), en un sorpresivo resultado.

Agencias.

Bogotá.- Contra todos los pronósticos, Colombia votó sorpresivamente «No» este domingo al pacto de paz que buscaba poner fin a 52 años de guerra con la guerrilla FARC.

Con 99.25% de las mesas escrutadas, la opción del «No» (50.24%) se imponía a la del «Sí» (49.75%), poco más de una hora después de que cerraran las urnas para esta histórica votación, en la que se registró una participación del 37.28 por ciento.

Unos 34.9 millones de colombianos fueron convocados a pronunciarse sobre el pacto firmado el 26 de septiembre entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.

Uno de los convencidos por el ‘No’ fue José Gómez, un pensionado de 70 años: «Es absurdo premiar a unos criminales narcoasesinos que han hecho al país un desastre», dijo.

Los colombianos dicen estar hartos de la guerra, pero muchos rechazan hacer concesiones a las FARC, que marcaron la historia reciente con masacres, secuestros, extorsiones y desapariciones forzadas.

Lo negociado desde 2012 en La Habana fue rechazado porque aunque seis millones 346 mil 55 personas votaron por el «Sí», superando el umbral de 4.5 millones de votos requeridos para avalar el acuerdo, fueron más las adhesiones por el «No» (seis millones 408 mil 350)

El gobierno ha dicho no tener un plan B si triunfaba el voto negativo a la pregunta: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?».

Los últimos sondeos daban ganador al «Sí», con un 20% de adhesiones frente al «No», firmemente apoyado por el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010).

«La paz es ilusionante, los textos de La Habana decepcionantes», dijo más temprano el exmandatario y actual senador, para quien el acuerdo otorga impunidad a los rebeldes y encamina al país hacia el «castrochavismo» de Cuba y Venezuela.
«Ganó el odio, ganó el odio a las FARC», dijo Jorge Restrepo, director del centro de análisis Cerac. «Quedamos sumidos en una profunda crisis política y con unas consecuencias económicas muy negativas», agregó.

Ahora son las FARC las que «decidirán si siguen con el desarme, la reintegración y el cese el fuego bilateral», dijo, en alusión al proceso iniciado con supervisión de las Naciones Unidas en cumplimiento de lo estipulado en el marco del acuerdo ya sellado.