A balazos. . .

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Propuso el senador panista JORGE LUIS PRECIADO, reformas al Artículo 10 de la Constitución para que se pueda permitir a los ciudadanos tengan en propiedad armas de fuego y puedan portarlas en sus casas e incluso vehículos o en negocios.

Por supuesto que una pistola al cinto, en la guantera del coche, la casa o en una tienda, obligaría a los delincuentes a pensarlo dos veces antes de cometer un delito en contra de quien tenga en su poder esa arma de fuego.

Bajarían los robos de vehículos, los asaltos a casa-habitación porque una 9 milímetros, una .45 o mejor una escopeta frenaría a unos dos, tres, o quizá hasta cuatro si el portador de la misma se entrena bien y puede detectar que será víctima de un delito con algo de tiempo, pero ni un rasguño le causaría con la misma a un grupo de la delincuencia que igual conocen de eso, si, subirían los muertos ya que nadie se atrevería a robar de uno en uno, pero las bandas verían la acción como pequeñeces y se tentarían menos el corazón en su actuar.

Cierto, se batallaría más para secuestrar, levantar, o robar vehículos porque sería complicado que queden sin huellas del delito, ya que forzosamente tendrían sangre o perforaciones de bala pero la certeza es de que no se podría acabar con el mal que nos lacera, el de la delincuencia organizada.

No, en lo personal considero que no es la solución portar pistolas para acabar con la delincuencia, la violencia ni los problemas que tiene la sociedad tamaulipeca en este momento.

Le haré una pregunta para que vea otros de los contras, ¿qué pasaría a las dos y quince de la tarde que la gente lleva prisa y los padres de familia del Colegio Repiso les tapan la principal arteria de Ciudad Victoria por estacionarse en doble fila?, y se puede poner de ejemplo cualquier escuela del centro o cualquier colegio, ¿calcula usted cuántos muertos habría por discusiones de tránsito que ahora terminan en simples mentadas de madre?, vaya, hasta en las escuelas se podrían suscitar muertes por problemas entre niños que los adultos vemos como si fueran bastante graves para la salud mental de los nuestros ó, ¿usted cree que una madre o un padre de familia se detendrían a pensar si un niño o niña le golpea a su querido retoño?.

Acertó, también comenzaríamos a ver matazones masivas como ocurren en Estados Unidos donde cualquier ciudadano puede comprar armas y esto lo aprovechan los que están dañados de su cabeza para cometer actos aberrantes que llamen la atención del mundo.

Ya que estamos con los vecinos, ¿ya preguntó si se frenó la delincuencia en aquel país donde todos pueden portar armas?, según se ve en las noticias, hasta en las películas de acción, todo sigue igual o peor de lo que vivimos los mexicanos.

Pero ocupémonos de los nuestros, si, el portar armas es una propuesta que se tiene que debatir a fondo, se tiene que escuchar a toda la sociedad para llegar a la solución mejor, tal vez para hacer trajes a la medida, para proteger grupos o personas en riesgo por su trabajo o actividad, solo tal vez.

Considero, en lo personal, que si tuviéramos una sociedad sana indudablemente aprobaría la petición, pero somos, sobre todos los norteños, personas que ante la menor provocación lanzamos mentadas de madre de carro a carro, en la que te corretean porque les tapas el paso por accidente, de las que te peleas con el padre o la madre del niño que fastidia a tu hijo en la escuela y con una pistola en mano eso sería fatal.

No, no necesitamos más armas, necesitamos que el Senador, o mejor dicho, todos los senadores, diputados federales, nuestros legisladores locales y hasta los Cabildos, y organismos empresariales y sociales, se metan más con los gobiernos federal, estatal y municipal para encontrarle la solución a nuestra violencia, obligarlos a hacer las cosas cuando no quieran actuar, orientarlos cuando sus acciones se hagan mal o no estén funcionando, proveerles de recursos de acuerdo a las necesidades a la hora de que se repartan los presupuestos, entre muchas otras propuestas.

Le insisto, estoy de acuerdo en que las pistolas obligarían a los delincuentes a pensar dos veces su propósito de delinquir o atentar contra personas inocentes, pero son mucho más los riesgos que las posibilidades de que funcione esta medida, es más el riesgo de convertirnos en un pueblo sin ley, que tal vez ya lo somos, a encontrar una solución definitiva a nuestro desarrollo como sociedad.

Por lo pronto, el tema de nuestra inseguridad está claro que no es algo que se arreglará a balazos, no con pistolas, escopetas o cuernos de chivo, no, lo nuestro tiene origen en una enfermedad que se llama corrupción, se apellida impunidad y es aderezada por algo que se llama pobreza extrema, de esa que impide a muchos comer, a veces hasta una vez al día, de esa que obliga a nuestros muchachos a escoger entre morir de hambre, de una enfermedad, o con un plomo en la cabeza.

CENA De Negros les agradecerá un Me Gusta a su fanpage en facebook y que nos siga en la cuenta de twitter @gatovaliente, le dejo el correo electrónico a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com

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