Eduardo Gattas fue candidato del tricolor a Diputado local por un distrito con cabecera en Victoria, ayer renunció, vía feis, al partido de sus amores, al PRI.
Dice que fueron 30 años de militancia y expone sus razones, de lo que recordamos es que hace unos 18 años fue regidor, después Diputado local suplente, muchas veces aspirante a la dirigencia municipal del PRI, otras fue aspirante a lo que se disputará pero siempre leal a los colores, a sus convicciones.
Perdió la elección del 5 de junio por tres razones; una, la gente estaba hasta el gorro del PRI; dos, el ciudadano se encontraba harto de un gobierno indolente, que no atendía su peticiones, nos mantenía en la inseguridad, la violencia, el miedo, la zozobra y por ello votaron por Teresa Aguilar Gutiérrez sin que la señora se los pidiera ya que no hizo un solo evento de campaña, no colocó un solo pendón, no recorrió ni una sola calle de nuestro pueblo.
La tercera razón fue personal, Lalo, como dicen los muchachos, tiene aires de mamón, su acento de junior y su aparente soberbia no lo dejaron conectar por completo con el pueblo, le digo aparente soberbia porque nunca la pudimos constatar en la campaña, no solicitó jamás apoyo, es más, ni se acercó a saludar en la única ocasión que nos lo topamos, cuando encontró a un grupo de periodistas en un café de esta capital y lo mismo hizo con otros comensales que estaban ahí.
Hay algo que no se le puede regatear a Lalo, trabajó como pocos, trato de recuperar un distrito cuyos números les decían que estaba perdido desde hace un par de años, con todo y que lo dejaron solo, de que el PRI lo abandonó para ocuparse del otro distrito que si les interesaba ganar, sacó muchos votos.
En síntesis, no ganó Lalo por el PRI y quizá en ese distrito que perdió no lo hubiera hecho nadie que representara los mismos colores y la prueba es que triunfó el PAN a pesar de no tener candidata en territorio, perdió Lalo porque el daño estaba hecho, resultaba incurable, pocos le iban a regresar la confianza al tricolor se tratará de quien se tratara en el candidato, no por este momento.
Ahora, el futuro de Lalo fuera del PRI quizá no resulte tan malo, tal vez con Morena o con el mismo PAN la gente le pueda dar un voto de confianza a la chamba que realiza en las calles, en las colonias.
Seguramente el PRI dirá que es un militante más, incluso un perdedor, sin embargo la pregunta para los tricolores no va en ese sentido, resulta más atractivo saber que están haciendo con los traidores, con quienes provocaron que perdieran sus candidatos, con quienes abiertamente se fueron del lado azul.
Igual será interesante saber que quieren hacer los tricolores con los que no renuncian a su partido pero deberían hacerlo, con aquellos viejos que se disfrazaban de políticos pero en realidad eran corruptos que mamaron de los presupuestos en forma insaciable, que colocaron en las nóminas a sus hermanos, hermanas, sobrinos, primos, comadres, compadres, socios, cómplices y hasta amantes o muchachitos que les hacían felices.
No, el PRI no ha muerto pero es obvio que lo van a matar si en este proceso de buscar su nuevo dirigente se equivocan y siguen provocando fugas de personas qué, por lo menos, no se les puede acusar de corruptos, igual están condenados a desaparecer si llaman a la presidencia a un político gris o con demasiada cola, si continúan dando candidaturas a junior o mujeres que tienen como único mérito su buen cuerpo o ser familiares de ex dirigentes o ex gobernadores.
Si, también tienen que demostrar los del PRI que harán una limpia en serio, deshacerse de todo aquel que tenga fama de ladrón, corrupto, saqueador, drogadicto o que represente intereses oscuros como los que nos tienen con el Jesús en la boca.
Le repito, quizá Lalo en el PRI no ganó la elección por el peso que le representaban sus siglas en este momento pero es un hecho que puede tener mejor futuro con un partido que vaya a competir en la próxima elección como Morena que sin duda será el organismo a vencer.
Hay una renuncia al PRI, que bueno que se hace en estas fechas cuándo nada está en disputa, que se argumenta, seguramente vendrán muchas renuncias más y sin embargo lo que nos interesa a los ciudadanos es que sea el mismo tricolor el que depure su militancia y nos diga por qué.
Existe algo insoslayable, Tamaulipas necesita al PRI como en su momento requirió del PAN y lo necesita fuerte, que meta presión con su trabajo, que obligue a los gobiernos azules a dar mejores resultados para que permanezcan en el poder, la competencia y los contrapesos siempre son buenos, más para el pueblo que es el beneficiario final, o debería serlo, en cada contienda electoral, hoy hay una renuncia en el PRI y se vendrán muchas más, ya lo verá.
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