Cantaba a todo pulmón el poeta y divo de Juárez que “Dios perdona pero el tiempo a ninguno”, frase tan sabia que el refranero la acuñó para los políticos con aquello de que lo que no les ha de descubrir el agua se los va a descubrir el tiempo.
Los ex alcaldes son el ejemplo vivo de que la sabiduría popular no tiene margen de error y por ello nos dibuja a muchos como una bola de rateros, saqueadores, farsantes, sinvergüenzas y, los menos malos, que no pasaron de ser simples inútiles que no hicieron otra cosa que hartar al pueblo.
Tampico y Madero, allá en la zona sur del Estado, se están convirtiendo en el vivo ejemplo de lo que cantaba el poeta, el pueblo los castigó con el rechazo, los echaron a patadas de sus puestos y hoy el tiempo les está demostrando que no los va a perdonar porque junto con el agua les está descubriendo sus transas.
Circula en las noticias de medios nacionales el video donde un camión revolvedora es tragado por la tierra en la Calle 10 de la colonia 20 de Noviembre de Madero, quedó hundido por completo y también se difunden otras fotografías de una camioneta en Tampico que es tragada, a medias, por la tierra.
No faltarán explicaciones técnicas, justificaciones del percance, dirán que la revolvedora es demasiado pesada, que quizá el chofer de la camioneta ya no debe comer tantas gorditas, que esos vehículos no deberían andar en nuestras calles pero la única verdad es que hay fraudes del tamaño del mundo en la construcción de la obra pública, en las tomas de drenaje, en la introducción del agua potable y demás.
De entrada se debe investigar a quienes pavimentaron dichas calles, exigirle a las empresas que paguen los daños ante la evidente mala calidad de las obras, por no hacer estudios del suelo, de las condiciones en las que están pavimentando o de los materiales que usaron.
Es claro que no fueron a hacer pavimentaciones por gusto, es obvio que en la Presidencia municipal de Tampico y en la de Madero, según corresponda cada caso, se les asignó la obra por lo que también se tendrán que conocer los motivos, si hubo moches o diezmos para que no fueran auditadas las mismas, para que no se hicieran los estudios de suelo o de la calidad de los materiales, si conocían de este tipo de obra pública, entre muchas otras cosas.
Tiene razón, es obvio que esas obras son un fraude pero deben ser la punta de la madeja, deben existir cientos más en esos municipios por las que deben responder Gustavo Torres Salinas, de Tampico y el ex alcalde de Madero que haya estado en funciones durante la construcción de la otra.
Lo de Madero parece más riesgoso, tanto que la Dirección de Protección Civil ordenó cerrar las calles y evitar clases en una secundaría aledaña al lugar, pero, le insisto, en todas se refleja que hay mugrero, robos, fraudes, o como le quiera llamar pero al final reflejan un saqueo de recursos.
Ya es hora que el alcalde de Madero y el de Tampico se pongan a hacer su chamba y nos digan cómo se fueron sus antecesores, dónde hay indicios de malos manejos de recursos, mala calidad de obras, desvíos
Es claro que la misma chamba la deben empezar a hacer el resto de los presidentes municipales, es tiempo de que empiecen a decirnos a dónde fueron a parar todos los presupuestos porque de plano no se observa en que se los gastaban los ex alcaldes.
La obra pública está mal, ahí es donde hay mayor saqueo de recursos pero tampoco es entendible que no hayan funcionado los camiones de basura, que no destinarán recursos a planear la buena marcha de los municipios al grado de que cerraron las administraciones con desperdicios por todas partes y la situación sigue casi igual.
Así es, también los baches que taparon, el gasto en el mantenimiento de calles fue un fraude, ya todas regresaron a como estaban y algunas en peor estado.
En todo esto igual tiene vela el Congreso del Estado, la Auditoria Superior debe empezar a revisar ambos casos para que los dictamine a la hora de calificar las cuentas públicas, de la misma forma debe empezar a recoger cada queja en los municipios, documentar que sucedió para que el pueblo recupere lo que fue suyo y le quieren arrebatar por la mala.
Tiene usted razón, por lo pronto los actuales alcaldes deben de anunciar en qué condiciones han encontrado las arcas municipales nomás para no convertirse en cómplices de los que se han ido, nomás para que la gente les crea las palabras que dijeron en campaña en el sentido de que darían la cara, serían diferentes y no tolerarían la corrupción.
Más aún, deben salir a dar cuenta a la sociedad de cómo se encuentran las obras públicas y las arcas municipales nomás para que la gente no empiece a perder la esperanza, para que la sociedad no vaya a creer que son igual de rateros a los que se han ido, con el único objetivo de que no parezcan cómplices de todo ese saqueo que se hizo de nuestro querido Estado desde las presidencias municipales.
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