“No tengo nada que esconder. Invierto mi dinero para que mis hijos tengan una mejor educación”, expresa el dirigente nacional del PAN
Agencias.
México.- El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, negó la “bola de infundios” que han circulado sobre sus gastos y la vida de lujo que supuestamente lleva en Estados Unidos, y aseguró que no tiene nada que esconder.
“Si yo tuviera problemas en mis cuentas personales, yo no podría estar denunciando la corrupción del PRI, de (Javier) Duarte, de Eugenio Hernández, de Borge, de César Duarte. Lo hago porque el que nada debe nada teme. Claramente tengo a enemigos políticos que se han dedicado a filtrar información falsa”.
Añadió: “No tengo nada que esconder. Invierto mi dinero para que mis hijos tengan una mejor educación” y por eso están en Estados Unidos.
Entrevistado en el programa Despierta de Noticieros Televisa, el líder panista se defendió de las acusaciones en su contra porque, subrayó, “quieren hacer parecer que todos somos iguales, que todos somos corruptos, y eso es algo que el PRI siempre ha intentado”.
Aseguró que hizo pública su declaración patrimonial, fiscal y de intereses en su 3de3, pero además, apuntó, “presenté mi 3de3plus con Mexicanos contra la Corrupción”.
Sobre la renta de una casa para su familia en Atlanta, donde tiene a sus tres hijos en una de las escuelas más exclusivas y costosas de la zona, detalló que para la estancia de su esposa y sus tres hijos paga una renta mensual de 3 mil 500 dólares y que la colegiatura anual de sus dos hijos varones asciende a 34 mil 200 dólares (17 mil 100 dólares por cada uno), más 14 mil dólares que paga por la escuela de la niña. A esos gastos se suma el costo de los pasajes para reunirse con ellos.
Aseguró que no todos los gastos los hace él, y explicó que tiene un ingreso mensual de 48 mil pesos como líder del PAN, y su esposa gana 50 mil pesos, además de que son propietarios de varios locales comerciales que ofrecen en renta, por lo que perciben alrededor de 300 mil pesos mensuales.
Y aseguró que jamás ha viajado en primera clase para visitar a su familia en Atlanta. “Yo nunca he comprado un boleto de clase premier”, sostuvo.
