Con más de 10 años de experiencia en el ramo, Yuliana Ruiz emprendió un negocio que hace de una taza de café una nueva experiencia.
Cada vez son más los jóvenes que deciden dejan las filas del desempleo parar llevar adelante sus ideas y generar sus propios ingresos. Esta es la historia de Yuliana Ruiz, una joven victorense que aprovechó al máximo sus conocimientos como barista para crear su propio producto.
Su amor al café y su habilidad tras la barra, fueron los ingredientes principales para cumplir el sueño de tener su propio establecimiento “Café El Pergamino” ubicado en el 17 Allende y Abasolo.
Pero como en toda historia de éxito, Yuliana tuvo que empezar desde abajo, sirviendo mesas, lavando platos en otros negocios, donde solo percibía el salario mínimo. Fueron 12 años de preparar diferentes tipos de cafés y más bebidas para otros negocios que dominó el arte del barista, un oficio particularmente nuevo en el que todavía no se certifica, pero afirma, que esa es su siguiente meta.
Entrevistada al respecto, Yuliana comenta que su padre además de ser ferrocarrilero, también fue comerciante, ella tomó ese ejemplo para aventurarse en este mercado poco reconocido.
“Mi primer trabajo fue en un quiosco afuera de un hospital, servía café americano, latte, espresso y capuccino, fue el primer lugar donde aprendí a hacer las mezclas, duré como cuatro años en ese lugar, luego trabajé en otro negocio que se dedicaba al mismo ramo, de ahí fui adquiriendo experiencia”.
Yuliana vio en el barismo una oportunidad de emprender, por este motivo invirtió parte de su tiempo en leer y cultivarse sobre todo lo relacionado con el arte del café y sus múltiples especialidades.
Explicó que ser barista se trata de un oficio que consiste en preparar principalmente café, pero no cualquier café. Un barista es por definición un barman del café.
“Mi concepto de este negocio es ofrecerle a mis clientes cafés en todos los estilos, además de otras bebidas como el té, el chocolate, el frapé. También poner una barra de snacks y paninis”.
Para sacar a flote el negocio del café, Yuliana se asoció con una amiga, después de intentar recurrir a créditos de gobierno y tuvo más fe en que por sus propios medios lograría sus objetivos.
“Si pensé en pedir un crédito de esos que les dan a los pequeños empresarios, pero luego pensé que sería muy tardado y luego si no me lo daban, iba a perder mucho tiempo, por eso me asocié con una amiga”.
Recientemente inauguró el Café “El Pergamino”, desde el primer día tuvo una buena afluencia de clientes curiosos de probar el delicioso café que prepara Yuliana.
En el local, se percibe el aroma a café recién hecho y están a la vista las esencias con las que se preparan las bebidas, así como una máquina donde se muelen los granos, justo antes de ser servido el café.
SABÍAS QUÉ…
Fueron 12 años de preparar diferentes tipos de cafés y más bebidas para otros negocios que dominó el arte del barista, un oficio particularmente nuevo en el que todavía no se certifica.