Cuando LETY SALAZAR llegó como Presidenta Municipal a Matamoros abanderando al Partido Acción Nacional, mandó hacer un logo para la ciudad de esos perrones, de los que solo tienen las grandes urbes del mundo, también ordenó pintar todo lo que fuera posible de azul, vistió casi como marinos y llamó Hércules a sus policías y hasta le cambió el nombre a la playa que pasó a ser bautizada como Costa Azul en lugar de Bagdad y finalmente dijo, por decreto, que desde ya a su municipio se le llamaría la tierra del progreso.
El logo más tardó en aparecer que recibir críticas, al parecer también denuncias de plagio porque era igual al que tiene una ciudad de Australia, Melbourne misma que se presumía iba a demandar por unos 10 millones de dólares, el azul se veía bastante feo y hasta dañó algunos monumentos, su policía, los Hércules, no tenían muchos días en circulación cuando fueron acusados de secuestro y asesinato de tres muchachos de nacionalidad estadounidense, la Costa Azul ya es la misma Playa Bagdad de siempre y de la tierra del progreso nomás nunca entendió la ciudadanía, el por qué de tan bondadoso apelativo.
Le cuento la historia como preámbulo de lo que sucede en el municipio panista de Ciudad Madero, allá alcalde y regidores andan muy preocupados por cambiarle el nombre a algunas calles, edificios, y centros deportivos, les da pena (como a casi todos nosotros) que se llamen RODOLFO TORRE CANTU, EGIDIO TORRE CANTU y hasta EGIDIO TORRE LOPEZ que no tiene más mérito que ser el padre del ex gobernador.
Por supuesto que a esos espacios se les debe buscar un nuevo nombre, bautizarlos de acuerdo a su lugar de ubicación, a un prócer o a alguien con méritos suficientes para tal honor y que le sirva de aliento a quienes hagan uso de los mismos, lo que da miedo es que en ese municipio se quiera actuar como LETY SALAZAR, nomás pintar toda la fachada para que la gente piense que hay cambio cuando de fondo no se hace nada, allá, en Matamoros, siguieron los mismos vicios y a veces con más excesos que en los años tricolores.
Vaya, la idea es decirle a los maderenses que lo importante no es revisar los nombres de los edificios, hospitales, instalaciones deportivas, calles, colonias y menos si solo se busca revancha política u opacar a un enemigo político que parece inútil para defender lo que algún día dijeron era suyo y les enorgullecía.
Es obvio que Don EGIDIO TORRE LOPEZ no tiene ningún mérito deportivo para que un estadio o cualquier instalación deportiva lleve su nombre, de su hijo, el ex gobernador, ya son suficientes los rumores de que se robaron mucho dinero como para seguirlo premiando con la inmortalidad al bautizar edificios a su nombre y de RODOLFO es un tema que igual merece más análisis, porque finalmente era mejor político que los antes mencionados y fue asesinado para, a partir de esa fecha, cambiar nuestra política, ya nada fue igual y la muestra es que la gente cambió de partido en busca de esperanza, aunque no se sabe que haya hecho en la medicina como para ponerle a los hospitales, clínicas, ambulancias, batas que se usan en los mismos, ese nombre.
Es real que los Egidios antes mencionados no merecen la inmortalidad, como tampoco la merece GEÑO o TOMAS, menos CAVAZOS LERMA, ninguno de los cuatro últimos ex gobernadores, porque ellos quizá debieron pasar a la historia por ser los primeros en pisar el bote acusados de ladrones o relaciones con la delincuencia que por tener colonias, calles, edificios a su nombre, más cuando los mismos se hicieron con dinero del pueblo y no de ellos.
Pero es más real que un cambio no es pintar calles, ni plazas, tampoco edificios o carros, menos es cambiar el nombre a las playas o sitios emblemáticos, no, el cambio es actuar con honestidad, no robar como los que ya se fueron y, sobre todo, hacer justicia, que se acabe la impunidad.
La recomendación, si es que la solicitan, para el municipio de Madero, para alcaldes y diputados que ya andan pensando en acciones similares de cambiar nombres de calles y colonias, es que primero busquen todo el dinero que se hayan robado los ex alcaldes para que se lo regresen a sus pueblos, luego gobiernen de manera adecuada, le cumplan al pueblo sus promesas y lo demás, el cambiar de color, será un asunto que la misma ciudadanía irá demandando conforme vean que las cosas se hacen bien y se hacen diferentes de verdad.
Es real, necesitamos nueva imagen, nueva esperanza, el acabar con el pensamiento que nos trae el ver calles con nombres de personajes que huelen a corruptos, pero más nos urge que el cambio sea de fondo, en la forma de trabajar y que empiece haciendo justicia.
En Matamoros, la prueba es que el propio panismo se dio cuenta de ello, su ex presidenta solo pintó la fachada de su municipio y al interior del mismo se siguieron las mismas prácticas, esperamos que en Madero no se quiera solo publicidad o simular los cambios y que no suceda lo mismo que hizo LETY en ningún otro municipio y, mejor aún, que los gobiernos municipales del PRI también entiendan que ellos igual deben cambiar.
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