Salma Hayek regresó este martes a Park City para asistir a la premier de «Beatriz at Dinner» cinta que protagoniza y que en sus palabras, dijo, busca demostrar que el odio y el racismo no se deben de atacar con más violencia.
Agencias
Nueva York.- En épocas de Donald Trump, de muros y de segregación, Hayek presentó en el Sundance Film Festival 2017 el largometraje dirigido por Miguel Arteta en el cual ella interpreta a una mexicana nacida en Guerrero que emigra a Estados Unidos donde trabaja como terapeuta holística.
En la historia su personaje Beatriz, es testigo de la prepotencia, pocos escrúpulos y maldad de un hombre que busca beneficiarse a costa del dolor y muerte de los desprotegidos, algo que dijo Hayek asemeja mucho a la realidad.
«Cuando Mike (White) escribió esto habían referencias en nuestra realidad pero conforme fuimos finalizando el filme notamos que la realidad estaba igualando y hasta superando nuestra ficción».
Al finalizar la proyección Hayek y su equipo de producción (entre quienes estaban los actores Chloë Sevigny, Lithgow, junto al director Arteta y el guionista Mark White) habló de las motivaciones que tuvo para aceptar el papel.
«Siempre quise trabajar con Miguel (Arteta) y cuando leí el guión, me encanto, no pude dejar de lado las referencias que tiene con el mundo actual. Un hombre poderoso que es casi como el diablo y que está lleno de prejuicios, que le hace daño a mucho gente con tal de conseguir ser cada vez más poderoso, bueno ya saben a quién se parece», comentó Hayek, quien tras el comentario recibió una ovación por parte del público.
En el filme Hayek interpreta a una terapeuta holística que, después de tratar a la madre de una joven que ayudó a recuperarse de la quimioterapia, es invitada a quedarse para una cena que celebrará el negocio lucrativo del esposo de la distinguida dama con un empresario de nombre Doug (Lithgow).