– Administrador de la playa obligado a pagar daños
– Antipático regidor panista se ganó la rechifla del público
– Pretendió “agandallar” trabajo de su compañera edilicia
DOS servidores públicos en la actual administración municipal acapararon reflectores mediáticos como consecuencia de sendos actos relacionados con su actividad.
JOSE LUIS MARTINEZ ANAYA, quien tiene bajo su responsabilidad el cuidado de la playa Bagdad, fue amonestado por la Contraloría Municipal y obligado a pagar 153 mil pesos por concepto de daños ocasionados a un vitromural que se localiza en la entrada al balneario.
ANTONIO AMARO CHACON, regidor en el cabildo que preside JESUS DE LA GARZA DIAZ DEL GUANTE, recibió la rechifla del público presente en la última sesión edilicia al pretender ganar una iniciativa ya planteada por la comisión respectiva.
Pero, vayamos por partes.
El administrador del máximo paseo turístico matamorense, argumentando acto vandálico previo, decidió retirar el mural que identificaba a la playa como Costa Azul, mismo que también contemplaba la imagen del cantante local RIGO TOVAR.
Cabe recordar que en la pasada administración panista que presidió LETICIA SALAZAR VAZQUEZ se cambió el nombre a la playa de Bagdad a Costa Azul. Anteriormente se llamó Washington, luego Lauro Villar, posteriormente Bagdad, los panistas la bautizaron como Costa Azul y, actualmente, por acuerdo edilicio, se le denominó nuevamente playa Bagdad. Tal es la metamorfosis de identidad en el balneario que se localiza en la esquina noreste tamaulipeca.
Aunque JOSE LUIS MARTINEZ ANAYA pagará por el retiro del vitromural, se desconoce si el artista que lo creó repetirá el mismo diseño o si lo hará acorde al nuevo nombre de ese destino turístico. En el entendido de que su obra anterior asociaba el nombre Costa Azul con la nueva identidad de la playa, en alusión a RIGO TOVAR y su grupo Costa Azul.
Pero el que prácticamente tuvo que huir de los representantes de los medios de comunicación presentes en la Sala de Cabildo fue el regidor panista ANTONIO AMARO CHACON, y no precisamente por simpático.
Resulta que intentó figurar en la sesión edilicia presentando como suya una iniciativa que tiene que ver con nomenclatura y cambio de nombre en calles y avenidas. La revirada de la regidora IRMA AZUCENA, encargada de la comisión y con trabajo previo sobre el tema en el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), dejó mal parado al titular del Departamento Jurídico en el pasado trienio albiazul.
La rechifla del público presente no se hizo esperar, toda vez que el representante popular quedó en evidencia al pretender despojar del mérito a su compañera en ese cuerpo colegiado.
Por cierto, no tan solo una natural antipatía envuelve al regidor AMARO CHACON. También lo caracterizan poses y alardes retadores que, por cierto, le han generado problemas de cierto riesgo.
Una actitud de “perdonavidas” aunado a una “quema de llanta” con un vehículo de su propiedad provocó que cierta gente con poder le propinara un par de cachetadas, para que moderara su comportamiento.
Al extitular jurídico y ahora integrante del cabildo, en aquella ocasión no le quedó más remedio que ofrecer disculpas y retirarse, como vulgarmente se dice, “con la cola entre las patas”.
Es así como en la semana laboral que hoy concluye, tanto el administrador de la playa Bagdad, JOSE LUIS MARTINEZ ANAYA, como el regidor ANTONIO AMARO CHACON acapararon reflectores mediáticos.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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