– Flavino Ríos paga por raterías de Javier Duarte
– No hay castigo para exmandatarios de Tamaulipas
– Rodrigo Medina, otro caso concreto de corrupción e impunidad
TAL parece que, presionado por la opinión pública y el proceso electoral de junio próximo, al gobierno federal no le quedó más remedio que encarcelar al exgobernador interino del estado de Veracruz FLAVINO RIOS.
En efecto, quien relevara durante los últimos días de su mandato constitucional al ahora prófugo JAVIER DUARTE permanecerá en prisión preventiva durante un año, de acuerdo al veredicto de la jueza de control ALMA ALEIDA SOSA JIMENEZ.
La medida cautelar en contra de RIOS obedece a que es investigado por los delitos de tráfico de influencias, abuso de autoridad y encubrimiento por favorecimiento, motivo por el cual fue internado en un centro penitenciario.
Como dice el dicho y dice bien, la cuerda siempre se revienta por lo más delgado, por lo que FLAVINO RIOS está pagando las raterías del exgobernador veracruzano.
El brutal saqueo de las arcas estatales de JAVIER DUARTE y la impunidad con que se dio a la fuga y disfruta del dinero mal habido, como es natural, han provocado la inconformidad ciudadana.
Para el imaginario colectivo, la fuga de DUARTE en un helicóptero oficial gozó de la complicidad de las más altas esferas en el gobierno del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.
Sin embargo, la imperiosa necesidad de reconquistar la vox populi, con miras a la renovación de poderes en el estado de México, Coahuila, Nayarit y los ayuntamientos en el propio Veracruz, obligó al gabinete peñista a sacrificar a FLAVINO RIOS.
Desafortunadamente, en otros casos la justicia no ha actuado de igual manera. RODRIGO MEDINA, exmandatario neoleonés, pisó algunas horas la cárcel, pero fue liberado por órdenes de un juez no obstante las imputaciones directas de malversación de fondos.
Mismo caso que envuelve las raterías de CESAR DUARTE en el estado norteño de Chihuahua pues, a pesar del endeudamiento de la hacienda local, goza en plena libertad del enriquecimiento ilícito.
Tamaulipas no escapa a la complicidad del gobierno federal en el caso de exgobernadores señalados de corruptos. TOMAS YARRINGTON RUVALCABA, EUGENIO HERNANDEZ FLORES y EGIDIO TORRE CANTU son claros ejemplos de corrupción e impunidad.
Pero no solo en el ámbito gubernamental se presentan casos en donde pagan justos por pecadores. En Culiacán, Sinaloa, la fuga de cinco reos acusados de delitos federales provocó un cese masivo de funcionarios carcelarios.
La ventaja de éstos es que no pasaron a ocupar los lugares de quienes estaban sujetos a proceso.
Por cierto, en lo que respecta al estado de Veracruz, el actual mandatario, MIGUEL ANGEL YUNES LINARES, no quita el dedo del renglón en lo que se refiere a la denuncia de actos de corrupción de su antecesor.
Sin embargo, el asunto tiene mar de fondo y está asociado con el poder gubernamental, que será relevado dentro de dos años. YUNES teje desde ahora para asegurar a uno de los suyos la candidatura y eventual triunfo en las urnas y darle continuidad a su proyecto político en esa costeña entidad.
Sobra decir que los planes de MIGUEL ANGEL no restan responsabilidad a las pillerías cometidas por uno de los mandatarios estatales más corruptos en la historia de Veracruz y de México.
En mala hora aceptó FLAVINO RIOS suceder interinamente a JAVIER DUARTE. Ahora tendrá que enfrentar por lo menos un año en cautiverio.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.