La palma cobra vida en las manos de don Francisco

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Desde hace 50 años, Francisco De la Cruz y su familia elaboran los ramos que se bendicen en la tradicional celebración.

Por Jacqueline Cárdenas Ledezma

Un intenso trabajo realizan los artesanos de la palma para que estas piezas lleguen a cada católico en este Domingo de Ramos. La palma, en este caso es la que se teje, con el laurel se forman los ramos y las ramas de manzanilla se utilizan como adorno.

Tal es el caso de Juan Francisco de la Cruz un humilde artesano que desde los 5 años de edad, aprendió a tejer las palmas para el Domingo de Ramos. Esta costumbre de vender piezas de palma tejidas, ha sido una fuente importante de ingresos para su familia desde casi 50 años.

Cuenta que cada Domingo de Ramos se instala en la Plaza del 15 frente a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, para vender las palmas, a fin de atender la demanda de la feligresía que está adquiriendo sus ramos en diversas formas para ser bendecidos por el sacerdote.

Las palmas que elabora Juan Francisco se han vuelto toda una tradición cada Domingo de Ramos, porque año con año le pone creatividad, tiempo y esfuerzo para sacar adelante un trabajo de calidad. Mencionó que este trabajo tiene mucho significado para él ya que es una herencia familiar y que además le ayuda con la economía de su hogar.

«Mi padre y mi madre comenzaron con este oficio aquí en Ciudad Victoria, yo empecé a venir a vender con ellos desde los 5 años. Aquí me enseñé a tejer la palma y pues hasta la fecha vengo con mi familia que también venden ramos alrededor de la plaza”.

Con sus manos verdecidas por el manejar del follaje, continúa con su trabajo, esta vez elaborando Cristo de palma gigante. Comenta que de ese estilo vendió tres y se encuentra preparando otros para la siguiente misa.

“En una ocasión le compré a otro comerciante una palma con la forma de Cristo en la cruz, esa persona me enseñó a elaborarlo y me dijo que me tardaría unas dos horas en terminarlo, pero ahora yo lo hago en una media hora más o menos. De estos hoy vendí tres y tengo otro en proceso para la próxima misa”.

Con días anticipación se va a cortar la palma a la sierra para tener suficiente material y empezar a tejer las piezas más pequeñas y más laboriosas. La mayoría de las palmas están listas la víspera del domingo o incluso pasan toda la noche terminando los que quedan pendientes.

Comenta que la competencia cada vez está más fuerte, ya que cada año llegan vendedores de otros estados, además que la parroquia también tiene venta de ramos y en ocasiones a menor precio.

Otro diseño que se vende el Domingo de Ramos son las espigas de trigo decoradas con imágenes de la Virgen María, el Sagrado Corazón de Jesús, Cristo Crucificado, el Divino Niño entre otros, pero esta piezas son vendidas principalmente por comerciantes que vienen del Estado de Puebla.

Según la tradición, los católicos llevan las palmas a la misa del Domingo de Ramos para bendecirlas y con las mismas aclamar a Jesús, el Mesías, que viene en nombre del Señor. Luego se lleva a la casa para proteger el hogar del maligno.

SABÍAS QUÉ…

Cada Domingo de Ramos se instala en la Plaza del 15 frente a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, para vender las palmas, a fin de atender la demanda de la feligresía que está adquiriendo sus ramos en diversas formas para ser bendecidos por el sacerdote.