Surface vs. iPad: ¿cuál es la mejor?

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Es tradición para los ejecutivos de Apple hablar de la alta tasa de satisfacción de sus productos entre los consumidores, ya sea durante el lanzamiento de algún nuevo dispositivo o para respaldar que, pese a que las ventas del iPad siguen cayendo, su tableta sigue siendo la más vendida y la que mayor tasa de consumidores satisfechos tiene.

Pero, según el último estudio de J.D. Power and Associates sobre las tabletas del mercado estadounidense realizado a más de 2.200 encuestados, los consumidores prefieren, por primera vez, la Surface de Microsoft frente el iPad de Apple por un pequeño margen. Esta consultora lleva a cabo encuestas sobre la satisfacción del cliente, la calidad del producto y el comportamiento del comprador en industrias que van desde automóviles hasta empresas de publicidad desde hace décadas.

Lo normal es que los productos de Apple sean líderes en satisfacción en sus respectivas categorías, y que sus ejecutivos presuman de ello como lo hizo Tim Cook, el consejero delegado, asegurando a finales de 2015 que el 97% de los poseedores de un Apple Watch estaban satisfechos con él.

Microsoft lideró tres categorías clave del estudio con su tableta incluyendo conectividad, cantidad y disponibilidad de accesorios oficiales y aplicaciones preinstaladas. Superó al iPad también en tamaño idóneo, calidad de materiales y diseño. Y lo más interesante que se puede extraer de las encuestas: el 51% de los usuarios de Surface consultados creen son «los primeros en probar nuevos productos tecnológicos entre su grupo de amigos o compañeros de trabajo».

Pese al grado de satisfacción en el que incide el estudio y la popularidad de la Surface en los medios especializados, el iPad sigue siendo la familia de tabletas más vendida del mercado. Para Apple es un negocio de más de 7.000 millones de dólares al trimestre comparados a los 1.000 millones de media que genera Microsoft en cada ejercicio. Además, la base de usuarios del iPad es mucho mayor. Supera ya los 300 millones de dispositivos.

Cuestión de software y necesidades

El problema del estudio de J.D. Power es comparar el iPad con la Surface, peras con manzanas. El iPad es concebido por la mayoría de consumidores como un dispositivo para consumir contenido, aunque Apple lleve meses impulsando las posibilidades de creación con su nuevo iPad Pro. En cambio, la tableta de Microsoft siempre fue ideada como un ordenador personal enclaustrado en un formato más liviano, portátil y versátil. Por ende, los usuarios de Surface suelen anteponer la productividad al consumo.

«No hay duda alguna en que la Surface es una combinación ganadora entre productividad, portabilidad, software y configuraciones de hardware«, dice Neil Shah, de la compañía de análisis de mercado Counterpoint, a EL PAÍS. «Pero carece de las miles de aplicaciones de consumo multimedia o videojuegos con las que cuentan los iPad».

Solo las tabletas de Apple cuentan con miles de aplicaciones diseñadas o adaptadas en exclusiva a su tamaño de pantalla y forma de interactuar. Para los consumidores que buscan un dispositivo con el consumir contenidos multimedia o jugar el iPad no tiene rival. Pero a la hora de crear contenido y trabajar, el iPad se sigue quedando corto para el desarrollo de muchas tareas.

«Debido a sus características y capacidades, los iPhone de gran tamaño están relegando al iPad a una posición redundante. Por eso Apple se ha visto forzada a lanzar el iPad Pro, que creo que seguirá siendo en esencia un iPad que no podrá ofrecer los niveles de productividad y versatilidad de la tableta de su rival», dice Shah.

El iPad Pro está concebido para satisfacer las demandas de los usuarios de tabletas de Apple que quieren hacer algo más, no para crear un ordenador personal con sistema operativo de escritorio en otro formato. Tanto la Surface como el iPad, que son las mejores tabletas en diseño, hardware y materiales, son caballos ganadores dentro de los dos grandes mercados donde apenas tienen rival en la gama alta, donde las alternativas con sistema operativo Android no cuentan con una adopción reseñable. El camino de Apple será desarrollar software para iOS que cumpla con su premisa de la era post-pc y el de Microsoft atraer a más programadores y compañías para que lancen aplicaciones de contenidos adaptadas a sus dispositivos portátiles.

iPad: ¿el ordenador del futuro?

«El éxito de Apple llegó por encontrar nuevos usos a sus productos, no intentando atraer a usuarios de Windows con propuestas similares», dice Horace Dediu, analista de industria en Asymco con experiencia como gerente de desarrollo de negocios en Nokia, a EL PAÍS. «Por lo tanto, el éxito del iPad depende del hallazgo de nuevas formas creativas de uso, no convenciendo a los usuarios de Windows de que trabajen de la misma forma con iOS. Es, por cierto, lo que hizo Microsoft en los noventa con Windows».

ara Apple las tabletas suponen un negocio de más de 7.000 millones de dólares al trimestre comparados a los 1.000 millones de media que genera Microsoft en cada ejercicio

Microsoft cumple hoy con todo lo que puede esperar un usuario que trabaja con Windows a diario junto a un formato más liviano y versátil. Apple, en cambio, no está intentando que el iPad sea como el Mac, sino que el iPad sea la definición de ordenador personal del futuro. Los jóvenes de hoy crecen tocando pantallas, no deslizando un ratón.

«Una forma de observar esto es al preguntar a los usuarios cómo usan sus tabletas. Si dicen que hace más cosas que un PC estarás observando un nuevo patrón y tendencia en el uso. En cambio, si dice que hace menos que un PC significa que no está siendo usada para el trabajo correcto», concluye Dediu.