Dejan la ‘cuchara’ para celebrar su día

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En pleno día de la Santa Cruz, los albañiles sólo laboraron la mitad de la jornada, después le entraron a la pachanga.

Por Jacqueline Cárdenas Ledezma

El 3 de mayo se celebra el Día de la Santa Cruz y se conoce más porque también se celebra a los trabajadores de la construcción o albañiles que acostumbran a colocar una cruz de madera adornada con flores en lo alto de la obra en construcción, previamente bendecida en una iglesia a donde acuden a dar gracias por su trabajo.

Ayer por ser el Día del Albañil, la mayoría de los trabajadores laboraron hasta mediodía para después celebrar con sus compañeros con una fiesta donde incluyen comida, bebida y música, generalmente por cuenta del propietario o contratista.

Entre cal, arena, andamios, varillas, alambre y bultos de cemento, Marco Antonio Vázquez y Juan Mares, festejaron el Día del Albañil. Al mediodía la temperatura superó los 35 grados centígrados y es durante esa hora hasta las cuatro de la tarde en que se endurece más la jornada laboral de cientos de albañiles  que trabajan al aire libre.

Ambos trabajadores comentaron que tienen casi 40 años de experiencia en el ramo de la construcción, por lo que consideran la albañilería un oficio importante como cualquier otro y gracias al trabajo que eligieron, han logrado sacar adelante a su familia.

“Trabajé 20 años como albañil en Monterrey, en esa ciudad anduve en la construcción de edificios, tengo poco en Victoria algunos cinco años, pero ya me acostumbré a trabajar a altas temperaturas. Estoy consciente de que es un trabajo riesgoso, pero es lo que sabemos hacer. Creo que a los albañiles nos hace falta más apoyo y prestaciones”, comenta Marco Antonio.

Juan Mares, también tiene su historia. Tiene 40 años de trabajar como albañil, un oficio que empezó desde muy joven y le ha dado para llevar el pan a su casa y sacar adelante a su familia.

“El Día del Albañil lo festejo en mi casa, pero hay algunas compañías que nos contratan y nos festejan con cerveza, comida, música en vivo. Otros se van para el Sindicato de Albañiles pero van más con la esperanza de encontrar trabajo, porque a veces de ahí nos contratan”.

El gremio de la construcción tiene múltiples creencias en torno a ésta; la más arraigada es poner una cruz en la parte alta de las edificaciones con la finalidad de que el trabajo llegue a buen término, otra es que después de echar el colado para terminar la obra, el dueño debe ofrecerles comida y bebida a los trabajadores para evitar que el techo se parta, pero solo son creencias populares, afirma Juan Mares.

Sabiendo que este oficio es uno de los más peligrosos a realizar y donde menos garantías se tienen, los dedicados a esto solo confían en su encomienda a Dios para poder regresar cada día a casa.

SABÍAS QUÉ…

Ayer por ser el Día del Albañil, la mayoría de los trabajadores laboraron hasta mediodía para después celebrar con sus compañeros con una fiesta donde incluyen comida, bebida y música.