Arreglos florales, música y hasta tequila llevaron para recordar a sus seres queridos en el ‘Día del Padre’.
Por Jacqueline Cárdenas
Las hermanas María del Carmen y María de Jesús no pierden la costumbre de visitar el espacio donde reposan los restos de su padre, a más de 20 años que partió de este mundo.
Este domingo en que se conmemoró el Día del Padre, decenas de familias acudieron al Panteón del Cero Morelos, para homenajear a los padres de familia que ya no están en este mundo.
Arreglos florales, música, botes de cerveza y botellas de tequila fueron algunos presentes que los visitantes llevaron a sus seres queridos, para festejar el Día del Padre. En medio del dolor de la partida de su progenitor, algunas personas nos concedieron unas palabras acerca de la importancia de la figura paterna en las familias, que hoy ya no es el que tradicionalmente trae el sustento, su rol ahora destaca por contribuir también con el afecto y los cuidados directos a los hijos y que antes solo se le atribuían a la figura materna.
Las hermanas María del Carmen y María de Jesús Berrones Rincón, visitaron este domingo la tumba de su padre que en vida llevaba el nombre de Espiridión Berrones, pero no solo por ser un día especial, en realidad lo han hecho todo los domingos durante más de 20 años desde que falleció su progenitor, dijeron.
Esta es una bonita costumbre que les dejó su madre quien falleció hace apenas dos años, ahora ambos padres reposan en un solo lugar y permanecen juntos hasta la muerte como fue su voluntad, así lo platicaron las hermanas.
“Mi padre falleció hace 26 años y desde entonces cada fin de semana venimos al panteón, es una tradición que nos dejó nuestra mamá, pero bueno hoy especialmente le venimos a cantar las mañanitas”, comentó María del Carmen.
Contó que su papá don Espiridión fue el pilar de una gran familia, procreó seis hijos a los que les dio el sustento y la educación para que se convirtieran en personas de bien.
Tengo muchos recuerdos bonitos de mi padre, el compartía con nosotros las alegrías y las tristezas. Él junto a nuestra mamá se esforzaron mucho por hacernos hombres y mujeres de bien a pesar de las carencias económicas que teníamos por aquellos años, porque éramos una familia de condición muy humilde”.
Por su parte don Emilio Vázquez de 80 años y de oficio albañil, nos cuenta que visita cada fin de semana el panteón para ver si le sale algún “trabajito” de albañilería, una banqueta, una capilla o la restauración de alguna tumba, pero también aprovecha para ir a ver la tumba de su padre que murió hace 40 años y está sepultado casi en la entrada del cementerio.
Alega que en sus tiempos no existía todavía el Día del Padre y el mejor presente para los padres era el respeto de los hijos, situación que ha cambiado mucho hoy en día.
«El Día del Padre tiene poco o al menos hace poco me enteré, tampoco sabía que ya sacaron también el Día del Abuelo, aquí tengo sepultado a mi papá y cuando ando aquí voy a verlo, porque yo soy el único que queda de mi familia ya todos fallecieron”.
Comenta que en los años que lleva trabajando dentro del panteón, ha visto poca afluencia de gente en el Día del Padre en comparación con el festejo de las Madres.
“El Día de las Madres aquí se llena, así es todos los años, pero el Día del Padre vienen muy pocos, lo sé porque hay muchas tumbas abandonadas, con flores secas y basura, este año vi menos gente todavía llegar y hacer limpieza, a lo mejor se quieren esperar al día de los muertos”, finalizó.
