Agencias
Barcelona.- Bajo un amplio y estricto dispositivo de seguridad, los reyes de España presidieron en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona una misa en memoria de las víctimas de los atentados de Cataluña, a la que también asistieron el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente del Gobierno regional de Cataluña, Carles Puigdemont.
En el acto religioso también estaban presentes el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro luso, Antonio Costa, quienes fueron recibidos en la entrada de la Basílica de la Sagrada Familia por los reyes de España, por la muerte de dos personas de origen portugués.
A la misa ofrecida por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, también asistieron las alcaldesas de Barcelona y Madrid, Ana Colau y Manuela Carmena, respectivamente, además del vicepresidente del Gobierno regional catalán, Oriol Junqueras, así como la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y la Alcaldesa de Cambrils, Carmí Mendoza, entre otras personalidades.
En tanto, en la homilía religiosa, el arzobispo de Barcelona elogió la unidad para lograr la paz y la convivencia y destacó la respuesta de la sociedad tras los atentados en Barcelona y Cambrils, especialmente el trabajo de las fuerzas de seguridad y del personal sanitario.
Al mismo tiempo, calificó de «hermoso» que asistan unidos a la ceremonia las autoridades políticas, tanto estatales como autonómicas y locales, así como representantes de diferentes confesiones e instituciones sociales.
«La unión nos hace fuertes, la división nos corroe y nos destruye», indicó el arzobispo y puntualizó que la paz es el mejor alimento de la vida y que no se deben escatimar esfuerzos para lograrla, en un evento religioso con numerosa prensa nacional e internacional.
