Los lanzadores de las Mayores están a merced de la tecnologí

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AGENCIAS.-En los deportes es común ver al líder de un equipo tomar la iniciativa y cometer uno que otro error sin consecuencias graves.

En el béisbol ese no es el caso. Con el aumento en los recursos tecnológicos y estudios de los rivales, los errores se pagan caro. Esto es notable en los partidos de postemporada, cuando es común ver como grandes lanzadores que han sido dominantes en la temporada regular, no lucen tan efectivos en los playoffs.

La historia beisbolera tiene muchos de estos casos y como ejemplo se pueden mencionar a los inmortales y ganadores de más de 300 juegos en temporada regular Greg Maddux (355-227 y efectividad de 3.16 en temporada regular; 11-14 y 3.25 ERA en postemporada) y Randy Johnson (303-166 y 3.29 ERA; 7-9 y 3.50 ERA).

Más recientemente Chris Sale -quien acumuló récord de 17-8 y efectividad de 2.90 en la temporada regular con los Medias Rojas de Boston y debe ser uno de los lanzadores que reciba gran cantidad de votos para el premio Cy Young de la Liga Americana este año- fue inefectivo en su debut en la postemporada al perder dos juegos (uno como relevista) cediendo 13 indiscutibles, cuatro de estos jonrones, y nueve carreras a los Astros de Houston en la serie divisional. Su efectividad en playoffs es de 8.38.

David Price, compañero de equipo de Sale, tiene récord de 2-8 y efectividad de 5.03 en la postemporada. En temporada regular el zurdo de 32 años posee récord de 127-68 y efectividad de 3.22.

A estos se le suman los lanzadores de los Dodgers de Los Ángeles, Yu Darvish y Clayton Kershaw, quien es considerado como uno de los mejores, sino el mejor lanzador de las Mayores hoy día y opta este año por su cuarto Premio Cy Young en la Liga Nacional.

Darvish viene de ganar este año sus primeros dos partidos de postemporada luego de dos fallidos intentos con los Vigilantes de Texas en el 2012 y 2016. En general, el japonés de 31 años lanza para 2-3 con efectividad de 4.74 en la postemporada. En su última salida le permitió cuatro carreras en una entrada y dos tercios a los Astros de Houston. En temporada regular su récord es de 56-42.

Mientras que Kershaw, previo a esta postemporada, lucía como un lanzador completamente distinto al que en temporada regular acumula récord de 144-64 y efectividad de 2.36. Antes de llegar a los playoffs de este año, el zurdo de 29 años contaba con marca de 4-7 con una efectividad de 4.55.

Pero en sus actuaciones este año contra los Diamondbacks de Arizona, los Cachorros de Chicago y los Astros, suma tres triunfos sin derrotas y su efectividad es de 2.96.

Un ‘libro abierto’

Para Luis Matos, coach de los Dodgers de Oklahoma City (Triple A) y dirigente de los Criollos de Caguas en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, el aumento en el uso de tecnología por parte de los equipos, en unión a los detallados informes que reciben de parte de los scouts de avanzada, colocan a los lanzadores activos en el mayor escenario beisbolístico en la situación de minimizar la cantidad de sus ‘errores’.

Matos indicó que los bateadores reciben informaciones detalladas del pitcher al que se enfrentarán -sus lanzamientos, cuál es su secuencia preferida, cómo prefiere mezclarlos, cuándo los tira, cómo lanza cuando está arriba o abajo en el conteo, con corredores en base, entre otras muchas cosas.

“Lo más importante entre el pitcher y el bateador es que tú (como bateador) sabes qué pitcheo viene. Pero si el pitcher localiza la bola donde él quiere, el resultado va a ser de out”, explicó Matos. “Pero si tú sabes que el pitcheo que viene es curva y te lo deja un poco alto, como (le pasó a) Darvish ayer (el viernes), que lo estaba dejando todo alto, ahí es que empiezan los ‘rallies’ grandes, las entradas grandes”.

“De que la data funciona, de eso no hay duda. Números son números y los números no fallan”, agregó. “Pero llega el momento en que tú también tienes que irte por la otra parte de ver lo que está sucediendo en el juego. Pero esa gente se reúne antes del juego. Los bateadores aparte; el pitcher con su catcher de ese día; el relevo para la serie completa”.

Y de acuerdo con Matos, los Dodgers y los Astros son dos de las organizaciones de las Mayores que más data recopilan y tienen disponible para que sus respectivos jugadores puedan tener algo de ventaja -o estar a la par- al enfrentarse al rival de turno.

“A diferencia de cuando nosotros jugábamos, que había información, pero ahora hay extremadamente mucha información que tú utilizas; la que más te va a ayudar para el juego”. indicó Matos, quien jugó siete temporadas en las Mayores entre Baltimore y Washington.

Esa acumulación de data es lo que en muchas ocasiones lleva a un dirigente a realizar movidas que la fanaticada que está en las gradas o siguiendo la acción frente a una pantalla de televisor no entiende. Ejemplo de eso fue la movida que Dave Roberts hizo en el segundo partido sacando a Rich Hill en la cuarta entrada a pesar de que solo le habían marcado una carrera y permitido tres hits.

Por otro lado, Matos indicó que le gustó la agresividad que mostró A.J. Hinch, dirigente de Houston, al mantener en la lomita a Brad Peacock en las últimas tres entradas y dos tercios.

“Del juego de ayer (del viernes) me gustó lo que hizo el dirigente al dejar a Peacok, que es un abridor, tirar 11 outs. Tú, como dirigente, no puedes tener miedo de hacer algo fuera de la data y eso fue lo que él hizo”, comentó.

“Lo fácil es traer a tu cerrador y si pierde el cerrador, perdió el cerrador. Él usó su sexto sentido. Me gustó esa movida del dirigente. Si pierde el juego las preguntas iban a ser más fuertes que si hubiera perdido con el cerrador”.