Los agarraron desprevenidos. Pidieron el dinero, pero no «salió» en el decreto publicado el 18 de diciembre en el POE. Puede ser equivocación o traspapeleo.
Nadie de los jefes lo había advertido. Lo cierto es que los partidos políticos en Tamaulipas, a partir de este mes, ya no recibirán dinero para su gasto ordinario (como lo tienen desde hace largos años).
El único que ha protestado y elevará las denuncias respectivas es el PRI. Seguro que lo harán el resto, hasta el PAN, que es gobierno, porque se le esfuman alrededor de 44 millones de pesos.
Para el ejercicio 2018 el Instituto Electoral -organismo autónomo- pidió al Gobierno del Estado un presupuesto de 537.5 millones de pesos. Le autorizaron 218.7.
A los legisladores de oposición que participaron en el análisis y discusión de ingresos y egresos, les pasó por «boba» (como se dice en el juego del dominó) la omisión.
Les autorizaron pero no salió la lana.
Al llegar a los tribunales federales, seguramente les restituirán lo suyo. Los partidos no pueden tener una «muerte súbita» y menos en año electoral.
Veamos.
Bajo la conducción de JESUS EDUARDO HERNANDEZ ANGUIANO, el «renunciado», el IETAM aprobó en septiembre el presupuesto más alto en la historia de dicho organismo.
De esa cifra, se pidieron 176.1 millones para financiamiento de las organizaciones políticas.
Por partidas mensuales de subsidio les llegarían 126.7 millones; 3.8 más por subsidio específico (publicaciones y apoyo a las mujeres), 5.0 millones por franquicias postales y 40.5 para campañas de ayuntamientos.
En egresos solo «apareció» lo de proselitismo.
De paso, hay que decir que la «profesionalización» del IETAM, es algo que le está costando muy caro a los causantes tamaulipecos.
No hay hambre, nadie gana poco. Los sueldos son «copeteados».
Por ejemplo el jefe (que ahora es jefa) del organismo, tiene asegurado un ingreso mensual de 183 mil del águila (es el mismo del 2017; en el 18´ no tuvo incremento), y los consejeros ordinarios 152 mil.
La plaza de menos ingresos es la de intendente, que son 24 mil del águila cada 30 días, más prestaciones.
Una secretaria recibe un pago de 32 mil pesillos mensuales, algo así como tres veces más que las del Gobierno del Estado.
Los consejeros municipales -por eso el gran pleito que se traen- tendrán un sueldo en 2018 por 28 mil pesillos.
Hasta los servicios públicos se pagan con «copete», como es el agua entubada: 75 mil anuales (2018), que significan poco más de seis mil por mes ¿Será cierto?, conveniente que los sabuesos de la Auditoría Superior le den una buena «checadita».
El Presupuesto de Egresos menciona hasta una cantidad de 220 mil (anuales) para el renglón de «prevención e investigación de delitos del orden electoral», que se le concede a la Procuraduría de Justicia.
Por su parte el Tribunal Electoral tendrá en el 2018 un gasto de 33 millones de pesos (¿Tratamientos de belleza para las consejeras?), superior en seis millones en relación al 2017.
Muy conveniente que los funcionarios del gobierno, o desde el poder legislativo, se haga una revisión de lo que parece un barril sin fondo, con cargo al erario.
Así pues, los partidos, que reciben el subsidio por partidas mensuales, comenzarán a tener problemas a finales de enero. No llegará la lana porque no está en el presupuesto.
Para las campañas decíamos que son poco más de 40 melones. De ellos, 14.5 son para Acción Nacional; 11.1 para el Revolucionario Institucional; 760 mil para PRD y PT, respectivamente; Movimiento Ciudadano, Panal y MORENA, tres millones.
De todas maneras esa cantidad no servirá ni para la gasolina de sus candidatos en campaña.
Este columnista quiere pensar que fue un error de los editores del Periódico Oficial y que, en efecto, se autorizaron los fondos y el asunto tendrá la corrección con oportunidad.
Por lo menos, según el gasto del 2017, al PAN le correspondían 44 millones; 33 al PRI, diez al Movimiento Ciudadano y ocho al Verde Ecologista.
De ninguna manera pueden tener una muerte súbita. Nadie les avisó que ya no habrá lana para sueldos y servicios, lo que son las prerrogativas ordinarias. El subsidio quedó en ceros.
Le dimos una «revisadita» y solo encontramos que Chiapas suspendió las prerrogativas en el 2018, incluso para campañas. La lana será destinada a la reconstrucción por los sismos. Se les avisó para que no esperen. Nadie protestó.
En Tamaulipas, el PRI de SERGIO GUAJARDO MALDONADO, se dispone a presentar controversia constitucional. La van a ganar.
Sin cambiar mucho de tema, comenzó el ciclo para que los candidatos independientes levanten firmas de apoyo que les den soporte para aparecer en las boletas electorales.
No todos tendrán un final feliz. Bueno, a menos que reciban apoyo de alguna dependencia gubernamental o de los principales partidos. No es tarea fácil.
Por ejemplo, en Victoria NAYMA KARINA BALQUIARENA PEREZ necesita reunir siete mil 162 firmas válidas, sin duplicados, sin muertos ni presos condenados o falsas credenciales de elector.
Tiene como plazo hasta el seis de febrero. El presupuesto para satisfacer el ego es de 959 mil pesillos, entre subsidio oficial y de particulares. La fiscalización la hará el INE y no el árbitro local.
Luego continuamos sobre el mismo asunto.
Partidos ¿muerte súbita?.
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