La cifra es 16.4% menos que en 2016, el menor nivel de importación desde 2005.
Agencias
México.- En 2017, ingresaron a México 123 mil 638 automóviles usados, 16.4 por ciento menos que en 2016, lo cual fue el menor nivel de importación de autos de esta clase desde 2005, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidoras de Automotores (AMDA).
Esta es una reducción significativa desde 2007, cuando entraron un millón 291 mil vehículos de esta clase, pero la reducción se presenta luego del reforzamiento de las medidas de importación así como que la Suprema Corte de Justicia declaró como inconstitucional que este tipo de vehículos entraran bajo amparo.
‘‘Terminamos el año con una disminución de 16.4 por ciento en el número de vehículos usados que se introdujeron legalmente al país, que representaron 24 mil unidades menos que en 2016.
Este dato, si lo observamos en perspectiva de largo plazo resulta muy favorable, nos está dando una participación de autos usados importados de 8.1 por ciento si lo comparamos con el total vendido a lo largo del año’’, explicó Guillermo Rosales, director de la AMDA.
Para importar un vehículo usado desde EU se deben de pagar los impuestos y el arancel correspondiente, se debe comprobar que el vehículo es fabricado en la región, además de tener un certificado ambiental que pruebe que no emite emisiones contaminantes.
TRABAJO CONJUNTO
También, se tiene que comprobar que el vehículo que se pretende internar no está reportado como robado o con algún pendiente con el gobierno estadounidense.
‘‘La reducción ha sido posible gracias al trabajo conjunto del gobierno federal y la industria, que ha impulsado acciones específicas de parte de las autoridades en aspectos jurídicos, normativos y ambientales que han permitido controlar la importación de vehículos chatarra’’, dijo Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Según la AMDA, el problema con estos autos importados es que, dado que no hay una regulación eficiente para el control de calidad, suelen ser productos de baja calidad.