A estos tipos hay que admirarlos. Los avientas de la azotea y caen parados en el presupuesto. Son unos gatos.
Son todólogos y no le hacen gestos a nada. Aceptan desde cargamaletas y arrastrar el carrillo del mandado (de la jefa) a gerentes y jefes. Para ellos estar fuera del presupuesto es vivir en el error. Conciben que el estado perfecto del hombre es la nómina y, si es sin trabajar, mucho mejor.
Ninguneado por EGIDIO TORRE CANTU, BLADIMIR MARTINEZ RUIZ se fue al entonces DF y a partir de julio del 2013 consiguió la gerencia de la CFE en la delegación Cuauhtémoc.
No duró mucho. El 14 de abril del 2014 entregó la oficina y dio el salto al Fondo Nacional de Fomento Ejidal, con la categoría de Director de Asuntos Jurídicos. Es que el muchacho es abogado y profesor.
Tampoco hizo huesos viejos. Permaneció 18 meses, hasta el 15 de abril del 2016, y se fue para Gobernación. Desde el uno de febrero del 2018 es el Coordinador de Delegaciones Estatales.
A la renuncia de RABINDRANATH JUAREZ MAYORQUIN, de la raza de bronce de Sonora, Don BLADI fue candidateado a ocupar la delegación de Gobernación en Tamaulipas. No se la dieron o no le convenía.
BLADI pertenece a la generación de RAMON DURON RUIZ y «El Pipo» RODRIGUEZ SANCHEZ y otros jóvenes de entonces que comenzaron a destacar a comienzos de la administración de AMERICO VILLARREAL GUERRA. Se hicieron en la cultura del esfuerzo («de la chinga» solía decir DURON).
Con esa cultura, en tiempos de estudiantes, aprendieron mucho de «pastorear» marranos en el Río San Marcos.
Otro que debe ser admirado por sus colegas es ELISEO CASTILLO TEJEDA, futuro delegado de Gobernación en Tamaulipas y por tanto bajo las órdenes de BLADIMIR.
Nacido en Guanajuato y avecindado en Matamoros, ELISEO es un estuche de monerías, audaz, sereno para tomar decisiones, sabe de trabajo limpio y sucio.
Como porro de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se tituló en Derecho y en Ciencias Políticas (1982) al mismo tiempo. Por lo menos tiene los dos títulos de Alere Flammam Veritatis aunque no sea capaz de sacar un preso con la multa en la mano.
En los últimos años hasta se dice «doctor» (estaba inscrito en una escuela patito en Ciudad Victoria, pero ni con acordeones llegó a feliz término).
Lo cierto es que, las últimas dos carreras que dice tener, maestría y doctorado, no aparecen en el Registro de Profesiones de la SET, con lo cual podría estar cometiendo fraude.
En Nuevo León los «porros» lo hicieron director de la propia Escuela de Ciencias Políticas y Administración Pública, donde estudió, y ellos lo corrieron.
Desde alumno fue «grillo». Ocupó la subcoordinación del Consejo de Representantes de Grupo, cuando la facultad todavía era un colegio dependiente de Leyes, en 1977.
El entonces gobernador ALFONSO MARTINEZ DOMINGUEZ, contrató a los porros para atacar al naciente panismo y ELISEO, como estudiante, trabajó (o cobró) en el famoso FOMERREY (organismo para regularizar la tierra urbana) y seguía metido en la facultad.
Como director estuvo aproximadamente año y medio, pero en realidad poco ejerció, pues las instalaciones estaban permanentemente «tomadas» por los alumnos, había manifestaciones y huelgas de hambre, mítines y también agresiones armadas.
Al sustituir en la dirección a ROGELIO GARCIA PAEZ, el propio ELISEO sufrió del porrismo al ser golpeado junto con JOSE CORTEZ DE LA FUENTE, dirigente seccional del sindicato de la UANL.
Como resultado de los hechos, fueron expulsados los estudiantes JORGE LUIS VIVERO FLORES, HUGO ALBERTO DE COSS ELIZONDO, y se le negó la inscripción de manera indefinida a HUMBERTO EGUIA MARTINEZ.
CASTILLO TEJEDA estuvo en la dirección en 1986 y fue renunciado a finales de marzo de 1987, cuando se designó como coordinador al titular de la escuela de Artes Escénicas, LUIS GERARDO LOZANO.
Una vez que se fue ELISEO, pudo resolverse el problema de 42 estudiantes a los que se les había negado la inscripción en la escuelita.
Cuando CASTILLO «terminó» la carrera -segunda generación-, el plantel tenía 158 alumnos
Apareció en Tamaulipas como cargamaletas de MANUEL CAVAZOS LERMA.
El y HOMAR ZAMORANO AYALA fueron la esperanza joven del sombrerudo. A «El Jumento» lo encaminó por lo gubernatura pero falló, perdió la alcaldía de Matamoros en el primer intento.
ELISEO fue menos tonto que el orgullo del Ejido Santa Irene. Alcanzó diputación por la vía plurinominal.
Los priístas todos deberían reconocerle a ambos, CASTILLO y ZAMORANO, el valor de soportar a CAVAZOS, sus insultos, los desprecios y humillaciones a que sometía a sus colaboradores.
Y fueron menos pentontos. La generación de juniors que viene empujando, como el jovenazo JORGE ALBERTO MENDEZ GUILLEN quien, producto de irregularidades que cometió en Economía (banco), no podrá volver a la nómina hasta después del 14 de noviembre del 2025.
Las últimas ubres a las que estuvo pegado ELISEO son la delegación del PRI en Nuevo Laredo y la Coordinación General de la Secretaría General de Gobierno, en los tiempos del egidismo.
A la salida del pederasta, los hijos putativos no quedaron del todo desamparados. ELISEO se coronó como jefe de asesores del gobernador TOMAS YARRINGTON RUVALCABA, ahora preso en los Estados Unidos.
Pues bien, ahí tenemos el perfil de los próceres tamaulipecos, ahora incrustados en la Secretaría de Gobernación. El gusto les puede durar poco. Ahí por diciembre los nuevos jefes del gobierno federal podrían comenzar la purga en las delegaciones, y los que llegan no serán precisamente priístas.
Eso sí, hay que admirarles la persistencia para subir en la escala social. Los dos, BLADIMIR y ELISEO provienen del medio rural, uno de El Pozo, municipio de San Fernando, y el otro de Torres Mochas, Guanajuato.
Siempre en la ubre presupuestal.
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