Trump y Kim arriban a su encuentro histórico

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El presidente de Estados Unidos y el líder de Corea del Norte se alistan para una cumbre histórica, pero de resultado incierto

Agencias
Singapur.- El presidente estadunidense, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, llegaron el domingo a Singapur para una cumbre, histórica pero de resultado incierto tras décadas de desconfianza entre el aislado país con armas nucleares y la superpotencia.
El avión Air Force One del presidente estadunidense aterrizó poco antes de las 20 horas 30 locales (12 horas 30 GMT) en Singapur, pocas horas después de la llegada de Kim.
El arsenal nuclear de Pyongyang, que le ha valido varias tandas de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU y amenazas de acciones militares del gobierno de Trump, será el eje central de la agenda.
Poner un punto final formal a la Guerra de Corea, 65 años después del fin de las hostilidades también estará sobre la mesa en el primer encuentro de la historia entre el líder norcoreano y un presidente en ejercicio de su «enemigo imperialista».
Kim llegó a Singapur a bordo de un 747 de Air China que según la página web de registro de vuelos Flightradar24 despegó de Pyongyang por la mañana con destino a Pekín antes de cambiar el número de vuelo una vez ya en el aire para dirigirse hacia el sur.
El ministro de Relaciones Exteriores de la ciudad-estado, Vivian Balakrishnan, tuiteó una foto de sí mismo saludando en el aeropuerto al líder norcoreano, que fue conducido desde el aeropuerto de Singapur hasta el centro de la ciudad en una limusina acompañada por un convoy de más de 20 vehículos.
Kim tenía previsto reunirse con el presidente de Singapur, Lee Hsien Loong, el domingo por la tarde, anunció el ministerio de Relaciones Exteriores, mientras Trump todavía estaba viajando desde Canadá a bordo del Air Force One tras haber abandonado la cumbre del G7.
La cumbre del martes en Singapur es el clímax de una espectacular ofensiva diplomática reciente en torno a la península de Corea, pero muchos críticos advierten sobre los riesgos de que sea un triunfo de la forma sobre el fondo.
«La gente dice que es una cumbre histórica (…) lo que es importante entender es que esta cumbre estaba al alcance de cualquier presidente de Estados Unidos y el tema es que ningún presidente de Estados Unidos quería esto y tenían sus razones», explicó Christopher Hill, exnegociador jefe de Estados Unidos para el tema de Corea del Norte.