«Si contara por todo lo que he pasado en vida hasta escribirían un libro», expresa Dora mientras carga su canasto con pan de elote que vende a 12 pesos
Por Jacqueline Cárdenas
Dora Alicia Mota, maestra jubilada, comerciante y mujer incansable que venció al cáncer por amor a sus hijos, comparte su historia de superación para que muchas mujeres que padecen esta enfermedad salgan adelante.
«Si contara por todo lo que he pasado en vida hasta escribirían un libro», expresa Dora mientras carga su canasto con pan de elote que vende a 12 pesos por la Calle Hidalgo.
Ahora vive de lo que gana vendiendo panecillos a pesar de que tiempo atrás su trabajo era en una escuela Secundaria primero como intendente y luego como maestra, puesto del que ya se jubiló.
«A quien quiera que me conozca te va a decir que yo saqué adelante a mis hijos sola, ahorita ya son hombres casados y me dedico a esto porque es mi oficio y con esto saqué adelante a mis hijos, con esto hice mi carrera».
Como madre les inculcó a sus hijos el estudio, incluso ella misma siendo madre de tres hijos se inscribió en la Normal Superior de donde se graduó como maestra de ciencias.
«Ya tenía a mis tres hijos cuando me decidí a estudiar, entonces hice la carrera pero trabajando como intendente en la secundaria y vendiendo pan de elote y pays de crema, cuando iba a la Normal iba cargada con pay de crema y queso, con bolsas de empanadas y con mi máquina de escribir, porque por aquel tiempo no había computadoras».
Dijo que para sacar adelante a sus hijos comenzó vendiendo repostería, recordó que el primer pan de elote lo hizo siguiendo una receta que vio al reverso de una caja de madera, usando como moldes las latas de sardinas.
Un episodio triste que marcó la vida de la maestra Mota fue hace 20 años, cuando le diagnosticaron cáncer de mama. En esa etapa de su vida sus hijos era aún unos niños y el amor a ellos fue el motor que la impulsó a luchar por su vida y ganarle al cáncer.
«Tenía a mis hijos chiquitos y pasé por el cáncer de seno y pues fui hasta Monterrey a las quimioterapias por parte del ISSSTE, me realizaron una cirugía para quitarme el seno, pero afortunadamente aquí estoy, conmigo pueden escribir un libro y faltarían hojas».
Ahora la maestra vive sola, ya que sus hijos están casados y con sus carreras profesionales, sin embargo cuando no sale a vender ella se reúne con ellos de vez en cuando.
«La vida es difícil pero no es imposible salir adelante, yo le digo a la gente si tú quieres, puedes. Gracias a Dios mis hijos tienen donde vivir, tienen su trabajito y yo aquí vendiendo para no tullirme porque no puedo estar quieta».
SABÍAS QUÉ…
Como madre les inculcó a sus hijos el estudio, incluso ella misma siendo madre de tres hijos se inscribió en la Normal Superior de donde se graduó como maestra de ciencias.
