A sus 75 años, llegó al panteón a ofrecer sus servicios para quitar la hierba o pintar letras de las sepulturas.
Por Jacqueline Cárdenas
Don Lorenzo Martínez de 75 años se traslada desde el sector Constitución del 17, para aprovechar el Día de Muertos y ofrecer a los visitantes sus servicios de limpia criptas.
«Le limpio la tumba jefita», «le pinto las letras», «le cargo el agua», «barato lo que sea su voluntad», son algunas de las frases que se escuchan al entrar a los panteones municipales de Victoria.
Durante la temporada de Día de Muertos, niños, jóvenes y adultos provenientes de diversas colonias están a la espera de las personas que visitan a sus familiares difuntos, para ofrecer sus servicios como limpia tumbas y llevarse un ingreso a su casa.
Con azadón y machete en mano, se puede observar a los limpia tumbas por todo el panteón, sacando maleza, lavando el mármol y otros pintando letras de las lápidas hasta dejarlas como nuevas.
Al panteón del Cero Morelos llegó el señor Lorenzo Martínez de 75 años de edad, para sumarse al grupo de limpia tumbas poniendo el ejemplo de trabajo a los más jóvenes.
Cargado de un viejo azadón y un bote de pintura dorada, Don Lorenzo esperaba la llegada de un cliente que quisiera sus servicios.
Dijo que no recuerda exactamente el año en que comenzó a trabajar de esta manera en los panteones, pero menciona que fue por necesidad, ya que por su avanzada edad ya no lo contratan para otro empleo.
«Vengo desde la Colonia Constitución del 17, trabajo también limpiando solares y sepulturas para quien quiera yo puedo hacerle ese trabajo, no cobro mucho como los otros».
Indicó que tiene la fuerza necesaria para realizar ciertos trabajos pesados, aunque algunas veces sufre de calambres en las piernas.
Además de lo que gana limpiando hierba, Don Lorenzo tiene el apoyo del programa social para adultos mayores, sin embargo menciona que no le alcanza para mantenerse él y su esposa, por eso tiene que aprovechar estos días para ganar un poco más de dinero.
«Estoy cobrando 60 y Más cada dos meses, pero me alcanza hay más o menos, por eso tengo que salir a trabajar, aunque luego me duelan las rodillas».
Mencionó que su trabajo lo hace con mucho cariño y respeto hacia los muertos, ya que es una tradición que le fue inculcada por sus padres y jamás ha tenido ningún temor de ganarse la vida caminando entre las tumbas.
SABÍAS QUÉ…
Además de lo que gana limpiando hierba, Don Lorenzo tiene el apoyo del programa social para adultos mayores, sin embargo menciona que no le alcanza para mantenerse él y su esposa.
