En dos se dividen las opiniones de los analistas políticos respecto al futuro del Partido Revolucionario Institucional, el PRI, están los pesimistas que le deparan poco tiempo de vida y los optimistas que, más por deseos que con sustento, auguran que no van a desaparecer del mapa aunque si serán condenados a jugar el papel, el triste papel, que históricamente le ha correspondido al PRD, MC, el Verde, y otros, a las minorías, pues.
Algunos acertados, otros en forma errónea, afirman que el sexenio de Enrique Peña Nieto significó la muerte del tricolor, la verdad es que el PRI fue condenado a morir desde hace muchos años, desde que se olvidaron de repartir presupuesto y poder a todos los sectores sociales, cuando privilegiaron a los cachorros para que fueran candidatos a diferentes puestos de poder en lugar de consensuar y sobrevivir, quizá desde 1988.
Fue el PRI, es quizá, un partido que se olvidó de su militancia de a pie para centrar todo el poder y repartir los presupuestos que iban ganando, como botines de guerra, entre las cúpulas, entre los hijos de poderosos, en casos peores, entre los novios, novias o amantes de los mandones y así en la elección de Salinas y luego en el 94 con el asesinato de Luis Donaldo Colosio fue como perfeccionaron el suicidio.
No, no ha sido el PAN y menos Morena los que le arrebataron el poder, ha sido el pueblo, los olvidados, los que han creído que esas corrientes le representaron en esperanzas en sus debidos momentos, con Fox en el 2000, con Andrés Manuel en este 2018.
El breve preámbulo sirve porque este domingo el PAN realizó una elección interna para elegir su dirigencia nacional, parece que no habría secreto respecto a los ganadores, desde hace mucho se perfilaron, pero eso es lo de menos, lo interesante será conocer que han decidido los azules para su futuro, saber si se parecerán al PRI o habrán de recapacitar y bajarle a la soberbia para jugar con mucha eficiencia el rol que les corresponde.
Vaya pues, el PAN está en su último llamado para reagruparse, fortalecerse y desde su trinchera convertirse en una real oposición, firme, convencida, con argumentos que le permitan permanecer como una opción real al electorado, se trata, para los azules, de que la gente no los vaya a confundir con el PRI, menos con el PRD, de que sigan siendo el partido de antes y de esa manera superar el desprecio de millones de ciudadanos el cual recibieron en la última elección por no saber escuchar la voz del pueblo a tiempo.
El PAN, sin duda, va por buen camino, en su elección interna supo deshacerse en definitiva de un ex presidente que solo le causa mala imagen como lo es Felipe Calderón, sin embargo, tendrán que tener la inteligencia para que no sigan las fugas, para que su militancia entienda que no pueden estar sometidos a caprichos personales y, sobre todo, para comprender que no pueden seguir comiéndose todo el pastel los que estén en el poder en determinado momento, que se debe repartir y compartir en aras de la unidad, de conservarse como partido, de seguir sosteniendo el poder que ahora ostentan en diferentes grados.
Por cierto, acá en Tamaulipas se perfilan el cambio generacional y de nombres, es decir, ya no veremos a los mismos de antes, los compromisos han sido saldados y solo sobrevivirán los que sean capaces de entenderlo y demostrar eficiencia en su operación política.
Ayer, por ejemplo, fue Víctor Manuel Sáenz Martínez, Jefe de la Oficina del Gobernador, quien al acudir a votar en el proceso interno de selección del nuevo Presidente del Comité Directivo Nacional del partido Acción Nacional llamó la atención de la militancia azul de Reynosa y acaparó reflectores.
Fue entrevistado al respecto y solo destacó en este marco que el futuro del PAN en el país es promisorio y la unidad será clave para mantenerse como una institución en pro del bienestar común de las familias mexicanas.
“El panismo está en una forma de reflexión, yo considero que se deben acoplar y hacer sinergia las distintas corrientes existentes hacia el interior del partido para sobre todo unir esfuerzos y ser una oposición real, una oposición pensante que es lo que siempre nos ha caracterizado”, explicó en la entrevista para finalmente sentenciar que la condición de oposición del PAN representará una oportunidad de reflexionar acerca de la responsabilidad y oportunidades del partido que deberá ser aprovechada por sus principales actores y militantes para bien de la sociedad mexicana.
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