Joven guerrerense gana el sustento para su familia tejiendo pulseras artesanales.
Por Jacqueline Cárdenas
Eliud Morales dejó su pueblo natal en Guerrero para brindarle un mejor futuro a su familia, tejiendo pulseras artesanales para venderlas entre los victorenses.
Con el objetivo de mantener la tradición familiar respecto a la elaboración de artesanías y de paso obtener ingresos con los que pueda dar sustento a su familia, Eliud Morales se levanta desde muy temprana hora para trasladarse afuera de una escuela primaria donde instala su puesto de pulseras tejidas a mano.
El joven padre de familia dijo ser originario del estado de Guerrero, donde aprendió este arte por parte de sus padres y abuelos.
Explicó que emigró hace 9 años a esta capital por trabajo, ya que en su pueblo natal hay muchos pobladores que se dedican a elaborar este tipo de artesanías y vio en Tamaulipas la oportunidad de un mejor futuro para su familia.
«Donde vivimos se trabaja mucho el tejido y se transmite de padres a hijos y con este mismo trabajo he sacado adelante a mi esposa y mis dos hijos».
Por el momento lo más importante para él es que sus hijos terminen la escuela, por eso aún no los ha incluído en la elaboración de las pulseras.
«Todavía ellos están muy chiquitos y prefiero que estudien si tienen esa oportunidad».
Las pulseras están bordadas con hilo de nylon en colores vivos, personalizadas con diferentes nombres de hombre y mujer.
A la gente les gusta la idea de encontrar su nombre entre las cientos de pulseras que tiene de muestra en su punto de venta, algunos clientes las compran como un bonito detalle para regalar a una persona especial.
A la fecha tiene bordados alrededor de 700 nombres distintos desde los más comunes como María, Lupita, Alberto, Luis, Juan, Brenda, Carla, Jorge, Isabel, hasta nombres extranjeros como Wendy, William, Tahily, Randy, Bryan, Kimberly, entre otros.
También hay pulseras con frases como «Te amo», «Bff», «Te quiero» y con los nombres de los equipos de fútbol nacionales e internacionales.
Eliud mencionó que los diferentes nombres los va elaborando conforme la gente se los pide. Sus manos tienen tanta destreza que se tarda solo entre 10 a 15 minutos en terminar una pulsera, con todos sus detalles.
«Si no tengo el nombre que me piden lo puedo hacer en ese momento si así lo quieren, mi trabajo es personalizado».
Bastaron unos minutos junto al artesano para ver el constante regateo por parte de los clientes que muchas veces no valoran la calidad de su trabajo que a simple vista parece fácil, pero en la práctica es bastante laborioso.
El regateo en ocasiones lo ha orillado a flexibilizar aún más los precios de sus creaciones, los cuales van desde los 25 pesos en el caso de las pulseras, los 30 y 40 pesos en los llaveros de atrapasueños y los 60 y 70 pesos en los atrapasueños grandes.
Eliud necesita apoyo para seguir manteniendo a su familia, por lo que se pone a la orden en trabajos artesanales en cuanto a pulseras tejidas, atrapasueños y llaveros. Lo pueden encontrar afuera de la Escuela Primaria «José Guadalupe Longoria» y fines de semana por fuera del Zoológico de Tamatán.
SABÍAS QUÉ…
A la fecha tiene bordados alrededor de 700 nombres distintos desde los más comunes como María, Lupita, Alberto, Luis, Juan, Brenda, Carla, Jorge, Isabel, hasta nombres extranjeros como Wendy, William, Tahily, Randy, Bryan, Kimberly, entre otros.
